Resulta que en la Escuela Secundaria Estatal José Santos Valdez, en Durango, hubo un incidente bastante polémico: ¡quemaron los teléfonos celulares que les recogieron a los estudiantes! Sí, así como lo escuchan.
Esta situación ha provocado una tormenta de reacciones, tanto de diputados como de organismos de la sociedad civil que ya han fijado su postura en contra de este acto.
La directora de la escuela, Patricia Ortega, se encuentra bajo investigación por la Secretaría de Educación y ya fue separada de su cargo por seis meses, mientras se recaudan las pruebas.
Aunque el incidente contó con la anuencia de algunos padres de familia, muchos lo han calificado como un acto violento, no solo por destruir las pertenencias de los estudiantes, sino porque se perdió información privada de los alumnos, ¡algo irreparable!
Las escuelas en Durango tienen hasta 2024 para implementar sus propias regulaciones sobre el uso de celulares en las aulas.
Sin embargo, este caso ha puesto sobre la mesa la necesidad de que esas reglas sean accesibles y armónicas, evitando acciones extremas como la que acabamos de contar. Mientras tanto, en la escuela José Santos Valdez se están investigando otras denuncias y se revisa la situación general del plantel.
Por otra parte, el secretario de Educación en Durango, dijo que la directora de la escuela, Patricia Ortega, se encuentra separada de su cargo luego de lo sucedido.
Pero, esto aún nos deja deja varias preguntas:
¿Hasta dónde debe llegar el control sobre el uso de celulares en las aulas? ¿Y los datos y archivos personales que traían los alumnos?