¿Estrés laboral al límite?
Si tu chamba ya te está pasando factura con ansiedad, insomnio o de plano un estrés que no te deja vivir en paz, el IMSS ya reconoce este problema como algo real y serio. Y lo mejor: puedes pedir una incapacidad por estrés laboral.
Esto se debe a cambios en la Ley Federal del Trabajo y a la aplicación de la NOM-035, que obligan a las empresas a cuidar la salud mental de los empleados y prevenir riesgos psicosociales. Sí, ya no es solo un tema de “échale ganas”, ahora es un derecho laboral.
¿Cuándo aplica la incapacidad?
La incapacidad entra en juego si tu malestar emocional está directamente ligado a tu trabajo y un médico del IMSS confirma un diagnóstico como ansiedad, estrés severo, depresión o trastorno de adaptación.
¿Qué tienes que hacer?
- Agenda cita en tu clínica del IMSS – Puede ser presencial, en línea o por teléfono.
- Explica tus síntomas al médico – Relaciónalos con tu trabajo: exceso de carga, mal ambiente, falta de pausas, etc.
- Recibe tu incapacidad – Si el doctor lo avala, te darán el Certificado de Incapacidad Temporal para el Trabajo.
- Entrega tus documentos – NSS, INE o pasaporte, carnet del IMSS y cualquier resumen médico previo.
- Da seguimiento – Tendrás revisiones y, de ser necesario, terapia psicológica o psiquiátrica.
- Recibe tu pago – El IMSS deposita tu subsidio económico y tú entregas copia del certificado a tu empleador.
¿Y si el problema viene directo de la empresa?
La NOM-035 es clara: las compañías deben identificar y corregir factores de riesgo como sobrecarga laboral, líderes tóxicos, jornadas eternas o falta de conciliación vida-trabajo. Si no lo hacen y tu salud se ve afectada, puedes reclamar más que una incapacidad: hasta indemnización.
En pocas palabras: si tu trabajo te está enfermando, no lo ignores. El IMSS ya lo reconoce como un problema real y tú tienes herramientas para cuidarte.