El primer ministro británico, Boris Johnson, expresó el sábado su «seria preocupación» por las crecientes infecciones de la variante Delta del coronavirus, reforzando la sensación de que retrasará el levantamiento de las últimas restricciones que quedan en Inglaterra por la pandemia.
Johnson tiene previsto anunciar el lunes si el levantamiento planificado de las restricciones, que supondría el fin de los límites al contacto social, puede llevarse a cabo el 21 de junio como se establece en una hoja de ruta planificada.
El gobierno esperaba que el éxito de una de las campañas de vacunación más rápidas del mundo pusiera fin a los límites a las reuniones en interiores y al requisito de que pubs y restaurantes brinden sus servicios solo en las mesas.
No obstante, la rápida propagación de la variante Delta del COVID-19, descubierta por primera vez en India, ha puesto en peligro esos planes, lo que significa que el gobierno retrasará un mes el levantamiento de las restricciones, informó el Daily Telegraph.
Un retraso de cuatro semanas retrasaría la flexibilización de las restricciones hasta el 19 de julio.
Aunque Johnson dijo que las autoridades seguirán estudiando los datos antes de tomar la decisión final, se mostró menos optimista sobre la situación que a fines de mayo.
«Está claro que la variante india es más transmisible y también es cierto que están aumentando los casos y los niveles de hospitalización», dijo Johnson a Sky News.
«Ahora, no sabemos exactamente hasta qué punto esto se va a traducir en una mortalidad adicional, pero claramente es una cuestión de grave, seria preocupación», agregó.
Información de Reuters