Quizá escuchaste del famoso bicho “Frankenstein” del COVID-19… y seguro te preguntas: ¿ya llegó a México o todavía no?
Pues como dijo Jack el Destripador: «Vamos por partes»
Primero lo primero: le dicen “Frankenstein” porque es como un experimento viral, una mezcla de dos subvariantes de ómicron —LF.7 y LP.8.1.2— que se combinaron para crear la XFG. Según el biólogo Ryan Gregory, es un “recombinante”, o sea, las dos compartieron material genético y salió este nuevo linaje. Y sí, tiene una capacidad de mutación bastante alta, por eso la OMS la está vigilando de cerquita.
Fue detectada por primera vez el 27 de enero de 2025 y desde entonces empezó a crecer rápido. Para que te des una idea: en India llegó a ser más del 50% de los casos, en España el 42%, en Estados Unidos y Reino Unido arriba del 30%. Y para el 20 de julio, ya representaba el 48% de todas las secuencias analizadas a nivel mundial, un aumento del 28% en apenas un mes.
El foco rojo se encendió en el Sudeste Asiático, donde subieron al mismo tiempo los contagios y las hospitalizaciones. Después empezó a aparecer más en las Américas, Europa y el Pacífico Occidental. En Argentina, por ejemplo, ya más de la mitad de los casos actuales son “Frankenstein”.
Pero aquí viene la parte que calma un poco: la OMS dice que, por ahora, no hay evidencia de que sea más grave o más letal que otras variantes. Incluso, las vacunas actuales parecen seguir funcionando para evitar cuadros graves.
¿Y en México que está pasando?
Hasta el último informe epidemiológico, no se ha detectado ningún caso de la variante XFG. Pero eso no significa que bajemos la guardia, porque si algo nos enseñó la pandemia es que estos virus no necesitan pasaporte.
En cuanto a síntomas, hay uno que se reporta más que en otras variantes: dolor de garganta intenso y frecuente. También puede traer:
- Pérdida de audición
- Debilidad extrema
- Boca seca
- Erupciones cutáneas
- Irritación en la piel
Y sí, también los clásicos del COVID-19: fiebre, tos, dificultad para respirar, dolor muscular, resfriado, malestar general y dolor de cabeza.
Así que ya lo sabes, la “Frankenstein” anda dando la vuelta al mundo… pero por ahora, aquí en México, todavía no toca la puerta. La clave está en seguir informados y no dejar que la confianza nos baje la guardia.