La Organización Mundial de la Salud acaba de encender los reflectores sobre un tema que puede generar inquietud, pero que las autoridades piden interpretar con calma. Un nuevo estudio de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), vinculada a la OMS, encontró evidencia sólida de que el uso prolongado de la píldora anticonceptiva oral puede aumentar el riesgo de cáncer de cuello uterino, especialmente en mujeres que la consumen por varios años y que además son portadoras del virus del papiloma humano (VPH).
Los investigadores revisaron datos de ocho estudios realizados en Tailandia, Filipinas, Marruecos, Brasil, Perú, Paraguay, Colombia y España, analizando a mujeres que ya estaban infectadas con VPH, el principal detonante del cáncer cervicouterino. Esto es clave: más del 99 por ciento de los casos de cáncer de cuello uterino en países como Reino Unido están ligados a este virus, por lo que el análisis se enfocó únicamente en mujeres positivas a VPH.
Uno de los hallazgos más relevantes es que:
Las mujeres que usaron la píldora entre 5 y 9 años tuvieron casi el triple de riesgo de desarrollar cáncer cervicouterino.
Las que la usaron por más de 10 años presentaron un riesgo cuatro veces mayor comparado con quienes nunca la tomaron.
Además, el estudio encontró que la combinación de factores produce un efecto multiplicador. Por ejemplo, las mujeres VPH positivas que habían tenido siete o más embarazos a término presentaban 3.8 veces más riesgo que las mujeres infectadas pero sin hijos.
Y el riesgo se disparaba aún más cuando coincidían varios factores:
Una mujer VPH positiva, con más de cinco embarazos a término y que había tomado la píldora por más de cinco años, tenía un riesgo casi 12 veces mayor comparado con una mujer VPH positiva nulípara que nunca usó anticonceptivos orales.
Los datos analizados abarcan incluso información de finales de los años 80, cuando algunas píldoras tenían dosis más altas que las actuales, aunque se advierte que estudios modernos muestran un efecto similar con preparados basados en progesterona.
A pesar de los hallazgos, los especialistas hicieron un llamado a la serenidad.
Tanto la Asociación de Planificación Familiar como la organización Cancer Research UK insistieron en que las mujeres no deben alarmarse.
Recordaron que la anticoncepción oral también ofrece beneficios importantes a largo plazo, como la reducción del riesgo de cáncer de ovario y de útero, y que para la mayoría de las mujeres los beneficios superan con creces los riesgos.
El mensaje final de los expertos es claro:
Este estudio no busca generar pánico, sino informar, reforzar la importancia del tamizaje para VPH, promover el uso de anticonceptivos bajo supervisión médica y recordar que la prevención y la detección temprana siguen siendo las herramientas más efectivas para reducir el cáncer cervicouterino.

