Durante la conferencia de Salud del jueves, la directora del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Nadine Gasman Zylbermann, reconoció la violencia hacia las mujeres como un problema de salud pública y social, que en una situación extraordinaria como la pandemia, que en la fase actual requiere aislamiento en casa, puede verse exacerbado.
Así, Gasman Zylbermann también aseguró que el aislamiento como parte de las medidas de sana distancia ante el COVID-19 es una buena oportunidad para promover la equidad de género.
“Estamos en un momento histórico que no hemos visto en mucho tiempo (…) esta contingencia donde el tema de los cuidados y de cómo nos hacemos cargo es el momento perfecto para pensar”, comentó.
En rueda de prensa señaló que las mujeres trabajan tres veces más en tareas domésticas y de cuidado de personas que los hombres, con 39 y 14 horas respectivamente. Por ello, dijo, es necesaria la redistribución equitativa del trabajo y esta contingencia es una buena oportunidad.
También, indicó, la pandemia del nuevo coronavirus podrá servir para visibilizar y agradecer a las trabajadoras de la salud, pues casi 80% de las profesionales en enfermería son mujeres.
Sin embargo, llamó a que estas medidas de distanciamiento social o el estar en casa no sean un pretexto para la generación de violencia, “tenemos el números 911, los servicios de atención a la violencia contra las mujeres siguen funcionando en todo el territorio nacional”.
Por su parte, la directora general del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, Karla Berdichevsky Feldman, informó que una mujer embarazada puede ser asintomática, tener síntomas leves o llegar a una condición más grave como todas las personas y subrayó que no existe evidencia de transmisión del virus en utero.
“Aunque la mujer esté diagnosticada, el bebé no nace con coronavirus, pero las medidas de prevención deben implementarse inmediatamente después del nacimiento”, dijo.
Con información de Notimex