Las esperanzas del primer ministro británico, Boris Johnson, de poner fin a las medidas contra el coronavirus en Inglaterra el 21 de junio pendían de un hilo el viernes, ya que los datos mostraron un aumento adicional en los casos de la variante Delta, de rápida propagación.
Johnson tiene previsto anunciar el lunes si el levantamiento planeado de las restricciones, que supondría el fin de los límites al contacto social, puede llevarse a cabo según lo previsto.
No obstante, la rápida propagación de la variante Delta -oficialmente una «variante preocupante»- ha puesto en peligro esos planes, generando especulaciones de que la fecha del 21 de junio se retrasará o de que se mantendrán algunas restricciones.
«Debemos tener mucho cuidado. Tuvimos una gran apertura el 17 de mayo, donde la gente podía reunirse con amigos en el interior, en un restaurante, en un pub y socializar en el interior también», dijo el ministro de vacunas COVID-19, Nadhim Zahawi, a Times Radio.
«Y creo que es importante que analicemos los datos con mucho cuidado durante este fin de semana y luego los compartamos con la nación», agregó.
El total de casos británicos de la variante Delta, identificada por primera vez en India, ha aumentado en 29.892, a 42.323, dijo la Salud Pública de Inglaterra el viernes, añadiendo que la variante representa actualmente más del 90% de los nuevos casos de COVID-19.
La cifra supuso un gran salto con respecto a los 12.431 casos de Delta informados la semana pasada, aunque no era directamente comparable, ya que esta semana se usaron nuevas pruebas de genotipado, lo que significa que los casos de la variante ahora se pueden confirmar en 48 horas.
Un importante epidemiólogo británico dijo el miércoles que se cree que la variante Delta es un 60% más transmisible que la Alpha previamente dominante. Algunos científicos han instado a retrasar la reducción de las restricciones para que más personas puedan recibir una segunda dosis de vacuna.
Información de Reuters