Morena en Tamaulipas dio un golpe político tajante este miércoles: rompió cualquier vínculo con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM). La dirigente estatal, Guadalupe Gómez Núñez, afirmó en conferencia que “Tamaulipas es territorio Morena” y dejó claro que la alianza con el Verde quedó cancelada.
Lo que dijo la dirigencia
Gómez Núñez acusó al PVEM de pretender competir en las próximas elecciones en solitario mientras se apropia del nombre de la Cuarta Transformación. “Usar el nombre de la Cuarta Transformación para que te reconozcan o para que gente se afilie, es engañar a la gente”, sentenció la presidenta. Dejó en claro que Morena tiene fortaleza propia: estructura, votantes y liderazgo.
El anuncio ocurrió durante una conferencia en Reynosa, donde la militancia del PVEM ha dado señales de querer despegarse y presentarse en lo local sin coaliciones. Eso coincide con movimientos similares en otros estados donde el Verde busca posicionarse como fuerza propia. Mientras tanto, Morena respondió reforzando su identidad y cuestionó la lealtad y coherencia del PVEM.
Implicaciones políticas
Romper con el PVEM no es un detalle menor. Para Morena, el mensaje es doble: primero, reafirma su hegemonía territorial; segundo, marca distancia de quienes usan el sello 4T sin comprometerse con sus principios. Esta estrategia busca consolidar su identidad política pero también puede alertar sobre futuros riesgos de fragmentación de alianzas nacionales.
Decir “Tamaulipas es territorio Morena” y rechazar cualquier uso de la marca 4T por parte del PVEM es fuerte y simbólico. Pero si el Verde va solo, el desafío será mantener la unidad, la narrativa y los votos sin fracturas. Esta ruptura es otro aviso: las coaliciones tienen fecha de caducidad si no se comparten más que símbolos.