Algunos pacientes que tuvieron COVID-19 reportan haber presentado problemas con su dentadura, posterior a su recuperación.
Según el NYT, algunos de los testimonios recolectados dicen que pasaron por cambios de color en la dentadura, encías sensibles y en algunos casos hasta la pérdida de dientes, pero ojo, ¡se les cayeron sin la presencia de dolor ni sangre!; otras personas, solo reportan aumento de la sensibilidad de las encías o que los dientes se pusieron grises o astillados.
Tal es el caso de Farah Khemili, persona que había librado la enfermedad y que un día comenzó a chupar una pastilla de menta, sintió al momento una extraña sensación que resultó ser que se movía uno de sus dientes inferiores. «Jamás había perdido un diente de adulto», dijo el hombre, quien en ese momento se decidió a tocarlo para darse cuenta que efectivamente, estaba suelto; al día siguiente, salió expulsado de su boca mientras hablaba, pero nunca hubo dolor ni sangre al perderlo.
Especialistas dicen que aún faltan más investigaciones, pero no creen que el haber salido del COVID-19, por sí mismo, pueda causar este tipo de problemas dentales, piensan que lo que podría estar pasando, es que problemas dentales ya existentes pueden empeorar por la enfermedad.