Nestora Salgado, comandanta comunitaria de Guerrero, salió en libertad en marzo pasado y pide asilo político en España; quiere asentarse definitivamente en ese país, lejos de las amenazas y la violencia que padecen a diario ella y su familia.
Iniciará en los próximos días el proceso para ser admitida por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, organismo que decidirá si se le concede o no el estatus de “asilada política”.
En diciembre de 2015, la Comisión para Detenciones Arbitrarias de la Organización de Naciones Unidas emitió un duro informe contra el Estado mexicano, en el que señaló el caso de Salgado como uno de los más graves en cuanto a violación de los derechos humanos y reclamó su inmediata liberación.
La presión de la ONU y de numerosas organizaciones lograron finalmente que la justicia ordenara su puesta en libertad en marzo pasado.
Una vez en libertad, inició una gira por España, para dar a conocer la campaña denominada «Ponle nombre y rostro» con el objetivo de denunciar la situación de los más de 500 “presos políticos” que hay en México, la mayoría encerrados en situación infrahumana.
Con información de La Jornada