De acuerdo con el estudio Pobreza y derechos sociales de niños y adolescentes en México 2012-2014, presentado ayer por la Unicef y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en el país 53.9 por ciento de ese sector poblacional, es decir 21.4 millones, viven en esa condición.
El estudio revela que 1.5 por ciento, 4.6 millones, sufren pobreza extrema. Los menores de una familia con padres jóvenes, bajo nivel educativo, con jefatura de familia femenina o si es de un hogar rural o indígena tienen más probabilidad de enfrentar esa situación.
Ante esto, se advirtió que es fundamental la inversión en la infancia, ya que puede prevenir problemas como delincuencia juvenil, embarazos en adolescentes y violencia. Entre la población de más de 18 años la pobreza incide en menor porcentaje: 42.3 por ciento, y en pobreza extrema, 8.6 por ciento.
Los niños y adolescentes enfrentan sobre todo carencias de seguridad social y acceso a la alimentación, aunque en el mismo periodo hubo reducciones en rubros como servicios de salud. Además de esos derechos, en la medición de la pobreza se considera el acceso a calidad de vivienda, servicios en la vivienda, así como educación e ingreso, señaló el reporte.
Con información de La Jornada