El presidente Joe Biden ha decidido realizar un viaje extraordinario en tiempo de guerra a Tel Aviv, tras un compromiso explícito de su homólogo israelí de permitir la entrada de ayuda humanitaria a Gaza. Este viaje no solo muestra un fuerte respaldo a Israel en medio de los ataques de Hamás, sino que también busca aliviar el sufrimiento de los civiles atrapados en la crisis y permitirles abandonar Gaza si lo desean.
Esta visita implica un delicado equilibrio para Biden, ya que está en juego la vida de millones de civiles en medio de una posible invasión terrestre israelí. Aunque Estados Unidos no ha establecido explícitamente condiciones sobre el momento de dicha invasión, el presidente y sus funcionarios están presionando para que los planes humanitarios se implementen antes de cualquier acción militar.
El viaje a Israel brinda a Biden la oportunidad de reunirse en persona con su homólogo israelí, Benjamin Netanyahu, un líder con el que ha mantenido relaciones durante cuatro décadas. Esta reunión cara a cara es vista como crucial para influir en Netanyahu y su equipo y para garantizar el respaldo al derecho de Israel a defenderse y eliminar a Hamás.
Sin embargo, Biden y su equipo son conscientes de que el apoyo público a Israel podría menguar si los civiles en Gaza sufren las peores consecuencias de la respuesta israelí. Esta situación requiere un equilibrio delicado por parte del presidente.
Biden ha expresado un profundo afecto personal por Israel, y su decisión de realizar este viaje refleja ese sentimiento. Ha pasado tiempo deliberando sobre esta visita y ha trabajado con sus principales asesores de seguridad nacional e inteligencia para definir la agenda del viaje.
El secretario de Estado, Antony Blinken, ha estado llevando a cabo maratónicas sesiones de negociación con funcionarios israelíes para asegurar la apertura de Gaza a la ayuda humanitaria y evitar que los civiles queden atrapados en la respuesta a los ataques terroristas de la semana pasada.
Aunque se espera que gran parte del plan para la ayuda humanitaria esté listo antes de la llegada de Biden, los funcionarios reconocen que es una tarea compleja que requiere la cooperación de múltiples partes.
Este viaje es un intento de equilibrar el apoyo a Israel con la necesidad de aliviar la crisis humanitaria en Gaza y de evitar un mayor sufrimiento de los civiles. Muestra la determinación de Biden de desempeñar un papel activo en la diplomacia en medio de una situación muy compleja y peligrosa en la región.