No hay nada que aterrorice más a una mujer o a un hombre, que un embarazo inesperado en cualquier época de su vida. Un evento tan extraordinario, biológicamente tan lógico y esperable, en nuestro contexto, necesita autorización social, planeación económica, preparación psicológica y lógica en su evolución y desarrollo.
Nadie espera que los abuelos de sus nietos los sorprendan con la noticia de un hermanito, ningún padre quiere escuchar que su hija o hijo adolescente decir que será padre, ninguna mujer soltera que no lo haya planeado considera lógico presentar tremendo promontorio abdominal en su trabajo un buen día y ningún hombre o mujer, que está gestionando sus proyectos de vida tiene en mente un embarazo a la mitad de los mismos.
Sea como sea, las relaciones sexuales se tornaron parte de la vida de las nuevas generaciones, estimuladas por la convivencia cotidiana, la promoción en los medios de comunicación y sin lugar a duda, lo extraordinario, placentero, divertido, reafirmante, excitante, eróticas y satisfactorias que son, ¡bendita libertad! Muera el tabú, fuera la prohibición y venga la diversión.
Como todo, hay riesgos y beneficios, en los 70s prolifero el Herpes Genital , los bebés infectados al nacer, las enfermedades sexualmente transmitidas. En los 80s y 90s, llegó el SIDA y espantó a la humanidad tomando como cuota infinidad de vidas de ambos sexos y se afirmó como causa de muerte entre las comunidades sexualmente promiscuas y con falta de información, ha recorrido el mundo de este a oeste y de norte a sur llegando para quedarse. Después del 2000 recaímos con chlamydias, gonorrea, sífilis y el tan temido papiloma, que se ha difundido debido a que el condón no protege al 100%, al sexo oral, a las prácticas sexuales diversas y a la mentalidad del todo se vale si se divierten los dos.
Sin embargo todo esto se limita al sexo y no al objetivo biológico del mismo que es la procreación, seguimos investigando y tratando de controlar la consecuencia que más trasciende a nuestros actos que es el multiplicarnos, tener hijos e hijas, luego dar paso a la crianza, la educación, la protección, la inversión, el afecto y la posibilidad de trascender a través de un legado genético capaz de hacernos resistentes y aptos para sobrevivir, finalmente la duración del proceso que llega promedio en nuestro país hasta los 25 años o más. Uffff que gran responsabilidad, que complicado y que laborioso.
Todo lo inventado hasta el momento funciona parcialmente, los condones, los anillos vaginales, los anticonceptivos hormonales, los productos espermicidas, el coitos interruptus, los implantes hormonales, los DIUs (dispositivos intrauterinos), hasta llegar a los brebajes y el aborto por aspiración o legrado.
En México en el 2012, 31% de los adolescentes entre 15 y 19 años ya había iniciado vida sexual; el uso del condón aumentó de 31.8% a 47.8% entre 2006 y 2012. El 47.9% de la población entre 30y 34 años y 53% entre los 35 y 49 años, reportaron no haber usado ningún método anticonceptivo en su último encuentro sexual.
En las áreas rurales el uso de anticonceptivos o protección para evitar el embarazo en adolescentes, es mucho menor (53%) que en las zonas urbanas (63%).
Uso de DIU en mujeres de 15 a 19 años es del 0.2%, 20 a 29 años 9.2%, entre 30 y 34 años 9.1% y mayores de 35 años 4.9%. En mujeres entre 15 y 19 años, el método anticonceptivo más usado en la última relación sexual, fue el condón con un 47.8%, aunque también es de mencionar que 36.7% no usa nada
La realidad nos dice que si nos tenemos que responsabilizar y acordar de protegernos la falla aumenta, por lo tanto, entre menos me tenga que esforzar mejor va a funcionar, es por eso que los implantes hormonales y los DIUs son los campeones para evitar el embarazo, principalmente en personas jóvenes.
En USA en el 2013, aparecieron 273 mil embarazos de madres adolescentes de lo que sabemos se deriva, más mortalidad materna, más mortalidad infantil, la pérdida de oportunidades escolares y la alta asociación a una vida con un bajo ingreso.
NEJM (New England Journal of Medicine) reporto en un estudio de 3 años, que el proteger a jóvenes con DIUs e implantes hormonales, redujo embarazos y abortos en un 75%, también concluyo en la publicación del 2012 que el DIU disminuye en 17% la posibilidad de embarazo inesperado, cuando se comparó con anillos vaginales, parches hormonales o píldoras anticonceptivas.
Sólo 5% de las adolescentes en USA usan métodos protectores contra embarazo de larga duración. Una de las razones es el costo, la otra que no son cubiertos los gastos por los seguros. En un programa piloto en Colorado se aplicaron 30 mil DIUs, en 68 clínicas de planeación familiar, inició en el 2009 y duró 4 años. Lograron disminuir los nacimientos de madres adolescentes en un 40%, los abortos en ellas bajaron también en un 35%, finalmente los gastos por servicios médicos en estos sitios disminuyeron notablemente! generando un beneficio económico al programa de salud del estado de Colorado, ahorrando $42.5 millones de dólares en cada año del proyecto por un programa que solo costo $27.3 millones de dólares por los 4 años.
En 2014 The American College of Gynecology and American Academy of Pediatrics eligieron el DIU como el mejor anticonceptivo para adolescentes.
El condón y una buena educación sexual son los mejores aliados para prevenir una infección sexualmente transmitida y evitar embarazos, sin embargo, hasta el momento no se puede comparar con el DIU en la eficiencia para evitar embarazos en adolescentes.
Scientific American.com/oct2015
ENSANUT 2012.
IMAGENES TOMADAS DE INTERNET
Dr. Alejandro Cárdenas Cejudo
Médico Internista
Hospital Ángeles del Pedregal
www.dralejandrocardenas.com
Tel. 56522375. Consultorio 717
Torre Ángeles