Tú que me escuchas cada mañana en ¡Qué tal, Fernanda! recordarás que en diciembre tuvimos frente a estos micrófonos al nuevo director general de Petróleos Mexicanos: Carlos Treviño.
A tan sólo unos días de su nombramiento Carlos Treviño se sentó a mi lado, aquí en QTF, y habló de todos los retos que tiene por delante y del gran compromiso que asume cuando recibe Pemex libre de un monopolio gubernamental sobre la energía y que abre la industria a la participación privada.
La semana pasada, durante el CERAWeek de IHS Markit en Houston, Carlos Treviño externó su preocupación por las declaraciones de Andrés Manuel López Obrador, en las que afirma que de llegar a la presidencia de México disminuirá el ritmo de las actuales subastas de petróleo y revisará los más de 90 contratos firmados por el actual gobierno.
Carlos Treviño coincide en esta inquietud con muchos líderes de la industria energética en México, tanto de producción de petróleo como de gas. Empresas como Royal Dutch Shell, Chevron y Exxon Mobil que beneficiaron al país con miles de millones de dólares en inversiones a partir de la reforma energética, ahora se preguntan qué pasará.
Recordemos que esta reforma energética fue aprobada por el Senado de la República el 11 de diciembre de 2013 y por la Cámara de Diputados un día después. A 4 años de distancia, ¿qué ha pasado con esta reforma?
Uno de los primeros resultados favorables en 2017 fue el descubrimiento de un nuevo yacimiento de petróleo ubicado a 60 kilómetros de las costas de Tabasco, cuyas estimaciones están entre los mil 400 y 2 mil millones de barriles de crudo.
Según expertos, de lo que produzcan las empresas privadas que obtuvieron la concesión y que lograron dar con este yacimiento, México recibirá cada año unos 50 mil millones de pesos y sin haber invertido un solo centavo. Esto también garantiza un aumento de 7.5% en la producción nacional de gas.
Aunque a muchos detractores no les guste aceptarlo, un hallazgo así no hubiera sido posible sin la inversión privada, que además de generar ganancias ha saneado las finanzas de Pemex a raíz de estos contratos con inversiones cercanas a los 60 mil millones de dólares, que abarcan también innovación y desarrollo tecnológico.
Algunos analistas plantean que la reforma energética se llevó a cabo en un momento desafortunado, puesto que los precios de los hidrocarburos cayeron poco tiempo después. Pero también hay voces que defienden la apertura al capital extranjero por los siguientes motivos:
1. Los hidrocarburos nacionales necesitan capital privado para explotarse a la par de sus principales competidores globales que son Venezuela, Colombia, Brasil y Argentina.
2. Para que nuestros hidrocarburos mexicanos sean competitivos en la curva de oferta energética es necesario asegurar mejores condiciones técnicas y operativas, que las empresas privadas pueden aportar.
3. La demanda eléctrica se incrementa constantemente, tanto a nivel nacional como internacional, por lo que son indispensables nuevos esquemas de generación, distribución y venta de electricidad.
La reforma energética tiene un potencial evidente debido a que con esta apertura se puede aprovechar la inmensa cantidad de recursos en México que incluyen hidrocarburos, y no hidrocarburos como el viento, la energía solar y la energía geotérmica.
Igualmente, se cuenta con procesos transparentes durante las rondas para las licitaciones. Esto es algo que antes era una preocupación constante antes de la reforma. De lo cual también se derive que se hayan creado políticas y regulaciones competitivas con los demás países de América Latina.
Estimaciones sobre las inversiones que pueden lograrse al finalizar el actual gobierno indican que para diciembre de 2018 entrarán 200 mil millones de dólares a la industria energética, considerando que en la última subasta de yacimientos en aguas profundas del Golfo de México Shell, Repsol, Chevron y Petronas comprometieron más de 92 mil millones de dólares para las próximas 3 décadas.
Por eso la preocupación del titular de Pemex, Carlos Treviño, y los industriales del sector energético. Una cancelación o disminución en el ritmo de las acciones petroleras pueden impedir por un lado que se consigan los resultados esperados, y por el otro que la situación empeore.
En este periodismo de vida te presento los hechos y las cifras que dan contexto a la reforma energética. Posiblemente eso es lo que necesitamos escuchar también por parte de los candidatos cuando afirman que algo no funciona: las bases de tales afirmaciones, ejemplos, cifras. Y entonces sí, ya cada quien puede tomar una posición.
Escuchando esta información, te pregunto en este periodismo de vida: ¿Bajo qué criterios consideras que la reforma energética puede generar beneficios para México o por qué estás seguro de lo contrario?
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