Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo; miles de manifestantes recorrieron las calles más emblemáticas de las ciudades mexicanas para denunciar la violencia y desigualdad desenfrenada que viven las mujeres día a día.
La marea violeta se disipó por todo el país, en Paseo de la Reforma, en el corazón de la Ciudad de México, los contingentes empezaron a avanzar tras reunirse en el Ángel de la Independencia, al grito de consignas como: ¡Justicia!, ¡vivas nos queremos! o ¡amiga, hermana, si te pega no te ama!, entre otras, las manifestantes avanzaban a la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México.
La exigencia de alto a la violencia, al acoso, a la discriminación y desigualdad retumbó en cada rincón de nuestro país. Las marchas tuvieron distintos destinos emblemáticos como la Glorieta de los Niños Héroes, conocida ahora como la Glorieta de las y los Desaparecidos; también la Glorieta de la Minerva y el Palacio de Gobierno, en cada uno de estos sitios, las mujeres intervinieron los espacios para reclamar por las muertes de mujeres y violencia de las que son objeto en distintos ámbitos de la vida.
De acuerdo con un comunicado conjunto de la Secretaría de Gobierno (Secgob) y la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), las manifestantes partieron de distintos puntos de Paseo de la Reforma y el Monumento a la Revolución rumbo al Zócalo capitalino, en su mayoría de manera pacífica.
No obstante, un disminuido grupo de personas con la cara cubierta utilizó artefactos explosivos, palos y otros objetos peligrosos para romper vidrios y generar disturbios.