Desde la noticia de su diagnóstico durante este fin de semana, el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha presentado síntomas leves como fiebre y cansancio, pero se encuentra estable, informó el titular de la Secretaría de Salud, Jorge Alcocer.
A pesar de su enfermedad, su estado no es grave y se espera que regrese pronto a sus conferencias matutinas. López Obrador ha sido criticado en el pasado por su actitud poco seria hacia la pandemia, pero su respuesta a su propia diagnosis ha sido ejemplar. Ha indicado que seguirá trabajando desde su casa y que continuará dirigiendo el país.
A pesar de su enfermedad, el presidente mexicano ha seguido cumpliendo con sus responsabilidades. Incluso ha sostenido una llamada telefónica con el presidente ruso Vladimir Putin.
Su actitud contrasta con la que ha mostrado en el pasado, cuando ha minimizado la gravedad del coronavirus y ha sido criticado por no seguir las medidas de prevención recomendadas. Muchos mexicanos han considerado que su postura poco seria ha contribuido al aumento de los casos en el país, que ha registrado una de las tasas de mortalidad más altas del mundo.
La situación de López Obrador es un recordatorio de que nadie está a salvo del COVID-19. Incluso los líderes mundiales pueden ser infectados. Es importante que todos tomemos las medidas necesarias para protegernos y proteger a los demás. Esto incluye seguir las recomendaciones de salud pública, como usar cubrebocas, mantener el distanciamiento social y lavarse las manos con frecuencia.