El Gobierno de México lanzó el lunes una serie de protocolos de seguridad sanitaria para reabrir esta semana los sectores automotor, de construcción y minería, a pesar de que el país registra casi 50,000 casos de coronavirus y el número de nuevos contagiados y fallecidos no remite.
Según un documento difundido por la Secretaría de Economía, las compañías de esos tres sectores podrán enviar desde el lunes un manual sanitario al Instituto Mexicano del Seguro Social, que tendrá 72 horas para autorizarles a reabrir tras la emergencia decretada a finales de marzo.
Las normas sanitarias, que se aplicarán a todas las compañías que vayan reabriendo posteriormente siguiendo un sistema de semáforos, deberán incluir medidas como lavado de manos, sana distancia, uso de cubrebocas y máscaras, filtros sanitarios y escalonamiento de horarios, entre otras.
La reapertura de la economía se produce mientras el país cifra en 49,219 los casos de coronavirus y en 5,177 los fallecidos, hasta el domingo.
Aunque la cifra de decesos está por debajo del pico de 353 para un sólo día que alcanzó recientemente, en las últimas jornadas el número de muertos y nuevos contagios se ha mantenido en promedio más elevado que en las semanas precedentes.
Funcionarios de Estados Unidos y su industria automotriz han presionado al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para que reabra las fábricas, porque las operaciones estadounidenses dependen en gran medida de las piezas del sur de la frontera.
México, que registró su primer caso de coronavirus semanas después que Estados Unidos y Canadá -países con los que forma una de las mayores regiones económicas del mundo-, ha optado por reanudar sus actividades industriales a pesar de las voces que demandan prolongar el confinamiento de la población.
Después de contraerse ligeramente en 2019, su primer revés en una década, la segunda mayor economía de América Latina volvió a caer en el primer trimestre del año, en medio de la incertidumbre generada por las políticas de López Obrador, que según las cámaras empresariales ahuyenta a la inversión, y los primeros efectos de la emergencia por el coronavirus.
Información de Reuters