De acuerdo con Méndez Huerta, quien ha estado en contacto con otros dueños de funerarias, durante las fechas críticas del 24 y 25 de octubre, recibieron alrededor de 100 cuerpos, y otros 50 fueron a parar al Servicio Médico Forense (Semefo). La situación se tornó compleja ya que, debido a la interrupción de servicios gubernamentales y la falta de trámites disponibles, muchas personas fueron sepultadas sin la documentación correspondiente.
Méndez Huerta resalta que en los días posteriores al huracán, el sistema de salud se vio afectado, provocando la pérdida de vidas de aquellos que quedaron sin tratamiento médico, medicamentos y acceso a profesionales de la salud. También menciona la difícil situación de los pacientes de hemodiálisis, quimioterapia y aquellos que sufrieron infartos y no pudieron recibir atención adecuada.
El dueño de la funeraria subraya la situación crítica en hospitales como el Vicente Guerrero del IMSS, donde, debido al corte de energía eléctrica y la ruptura de ventanales durante el huracán, los pacientes tuvieron que soportar las inclemencias del clima, situación que pudo contribuir a más fallecimientos.
Por otro lado, Elsa Salgado, defensora de animales, informa que después del paso de Otis, cientos de gatos y perros desaparecieron, ya sea arrastrados por el viento o el agua, o quedando atrás en los improvisados vertederos de basura que surgieron en toda la ciudad. La vida silvestre, como iguanas, mapaches y aves, también sufrió pérdidas en lugares emblemáticos como el Parque Papagayo.
Elsa Salgado, junto con voluntarios, ha estado trabajando incansablemente para proporcionar alimentos y medicamentos a los animales afectados, y agradece la colaboración de la comunidad que ha donado para apoyar esta causa.
En un contexto más amplio, la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, destaca los esfuerzos coordinados para apoyar a las comunidades damnificadas por Otis. Anuncia la llegada del Tianguis del Bienestar con más de tres mil apoyos para distribuir en colonias y comunidades afectadas.
En resumen, Acapulco enfrenta no solo las consecuencias directas del huracán Otis en términos de pérdidas humanas y materiales, sino también desafíos adicionales relacionados con la atención médica y la recuperación de la vida silvestre.