En octubre de 2022, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador y su secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, desestimaron como “chismes” las revelaciones periodísticas que vinculaban a funcionarios de seguridad en Tabasco con el grupo criminal “La Barredora”. Hoy, dos años y medio después, uno de esos señalados, Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad Pública estatal, tiene orden de aprehensión y es buscado internacionalmente por la Fiscalía de Tabasco.
Durante una gira en Sinaloa aquel año, Adán Augusto retó a quienes tuvieran pruebas a presentar denuncias penales. Afirmó que se trataba de “fantasías” y de información “filtrada” sin sustento. El presidente López Obrador acusó a medios como Proceso, Aristegui Noticias y Animal Político de ser parte de una «prensa conservadora» que atacaba a su gobierno.
Sin embargo, los documentos filtrados por el colectivo Guacamaya revelaron al menos 16 informes de inteligencia militar y del Centro de Fusión de Inteligencia Sureste (Cerfi) que desde 2019 vinculaban a Bermúdez Requena y otros altos mandos —nombrados por Adán Augusto— con el grupo criminal dedicado al robo de combustible, secuestro y extorsión.
Uno de los reportes incluso afirmaba que el entonces gobernador (Adán Augusto López) habría ofrecido una «gratificación» a líderes huachicoleros a cambio de favores criminales.
Hernán Bermúdez, hoy prófugo, salió del país el 14 de febrero de 2025, cuando fue emitida la orden de captura. Primero viajó a Panamá, luego a España, y se le localizó más tarde en Brasilia, Brasil.
Junto con él, también fueron giradas órdenes de aprehensión contra otros presuntos integrantes de “La Barredora”, incluyendo a Ulises Pinto, expolicía federal, y Daniel Hernández Montejo, supuesto líder de la organización.
Pese a estos antecedentes, Adán Augusto no ha emitido declaraciones. Actualmente es presidente de la Junta de Coordinación Política en el Senado.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum declaró este lunes que no existe investigación en curso contra el senador, aunque reiteró que ningún funcionario será protegido y que las fiscalías están facultadas para actuar si existen elementos.
“Nosotros no protegemos a nadie… que se investigue si hay indicios de delito”, afirmó en su conferencia matutina.
La historia que inició como una “filtración”, hoy enfrenta a uno de los hombres más cercanos a Adán Augusto con la justicia. Y aunque el exgobernador niega los vínculos, los documentos del Ejército y del sistema de inteligencia mexicana hablan por sí solos.