Un atacante con un cuchillo decapitó el jueves a una mujer y mató a otras dos personas al grito de «Allahu Akbar» («Alá es grande») en una iglesia de la ciudad francesa de Niza.
Un desafiante presidente Emmanuel Macron declaró que Francia había sido objeto de un ataque terrorista islamista y anunció el despliegue de miles de soldados más para proteger importantes lugares del país, como centros de oración y colegios.
En declaraciones efectuadas desde el lugar de los hechos, afirmó que Francia fue atacada «por nuestros valores, nuestro gusto por la libertad y la posibilidad de tener en nuestro suelo libertad de culto. Y lo digo con bastante claridad hoy: no cederemos terreno».
El fiscal jefe antiterrorista Jean-Francois Ricard dijo que el sospechoso del ataque del jueves es un tunecino nacido en 1999 que llegó a Europa el 20 de septiembre desde Lampedusa, la isla italiana ubicada frente a Túnez que es el principal punto de desembarco de los migrantes de África.
Una fuente de seguridad tunecina y una fuente de la policía francesa identificaron al sospechoso como Brahim Aouissaoui.
Horas después del ataque en Niza, la policía francesa abatió a un hombre que amenazó a un transeúnte con una pistola en Montfavet, cerca de la sureña Aviñón. Le Figaro citó una fuente de la fiscalía que dijo que el hombre estaba bajo tratamiento psiquiátrico y no se cree que tuviera una motivación terrorista.
El alcalde de Niza, Christian Estrosi, indicó que el ataque ocurrió en la iglesia de Notre Dame de la ciudad y fue similar a la decapitación este mes cerca de París del profesor Samuel Paty, que había mostrado caricaturas del profeta Mahoma en una clase de educación cívica.
Los ataques del jueves, en el día en que se celebra el nacimiento de Mahoma, se producen en un momento de creciente ira musulmana por la defensa de Francia del derecho a publicar las caricaturas, lo que ha provocado manifestaciones en muchos países de mayoría musulmana.
Tras el ataque en Niza, el primer ministro, Jean Castex, elevó el nivel de alerta de Francia a su máximo nivel.
Estrosi dijo que el atacante de Niza gritó repetidas veces «Allahu Akbar», incluso después de su detención por la policía.
Alrededor de las 09.00 hora local (0800 GMT), un hombre armado con un cuchillo entró a la iglesia y degolló al sacristán, decapitó a una anciana e hirió de gravedad a otra mujer, según una fuente policial.
El sacristán y la anciana murieron en el lugar y la tercera mujer logró salir de la iglesia y llegar a un café cercano, donde falleció, comentó Estrosi a los medios. No se ha facilitado aún el nombre de las víctimas.
«El presunto atacante del cuchillo fue disparado por la policía mientras era detenido, está en camino al hospital, está vivo», afirmó. «Basta ya. Ha llegado el momento de que Francia se libere de las leyes de paz para barrer el islamofascismo de nuestro territorio».
Información de Reuters