Con gran entusiasmo, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, recibió la decisión de un juez estadounidense que ordena la retirada de las boyas colocadas en el Río Bravo por el gobierno del estado de Texas, considerando esta medida como una «buena noticia para el pueblo de México».
El mandatario mexicano había denunciado previamente que estas boyas violaban la soberanía nacional y ponían en riesgo la vida de los mexicanos y los migrantes.
«Quiero aprovechar para informar que el tribunal judicial de Estados Unidos ordenó que se quiten las boyas del Río Bravo que de manera arbitraria, violatoria de nuestra soberanía mandó a poner el gobernador de Texas. Tengo que agradecerle mucho a las autoridades estadounidenses, a la fiscalía, que presentó la denuncia y al juez que mandó que se retiren», comentó el presidente López Obrador.
La resolución del juez David Ezra, del distrito oeste de Texas, concluyó que las boyas eran una «obstrucción a la capacidad navegable» del río Grande o Bravo y reprendió al gobierno estatal por no haber solicitado autorización federal antes de instalarlas, además de prohibir su reinstalación.
El Gobierno de México había enviado tres notas diplomáticas a EE. UU. para expresar su preocupación por esta situación, argumentando que las boyas ocupaban una longitud de 230 metros del lado mexicano, específicamente en el estado de Tamaulipas.
El presidente López Obrador mencionó que el gobierno de Texas podría apelar la resolución del juez, pero confía en que la razón prevalecerá, ya que considera que la instalación de estas boyas fue un acto prepotente y arrogante.
Además, el mandatario agradeció al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, por enviar la iniciativa para la remoción de las boyas, destacando que esta decisión es una buena noticia para el pueblo de México.
New marine barrier installation on the Rio Grande begins today.
Texas DPS is overseeing the project in Eagle Pass.
More to come. pic.twitter.com/nHrTqUG7Fi
— Greg Abbott (@GregAbbott_TX) July 7, 2023