El ITAM se propone contribuir a la formación integral de la persona y al desarrollo de una sociedad más libre,
más justa y más próspera. Aspira a convertirse en una comunidad en su más pleno significado,
una casa de estudios de excelencia y libertad académica y un centro autónomo de investigación de alta calidad.
Misión del Instituto Tecnológico Autónomo de México.
Como ayer, recuerdo el desconcierto del Dr. Fernando Agíss Bítar, entonces Director Ejecutivo de Prerrogativas y Partidos Políticos del IFE, cuando en el acto público de registro de candidaturas vio el verdadero nombre del candidato Manuel Andrés López Obrador. MALO el acrónimo, del peor político. ¿Por qué dejamos que mienta y le seguimos llamando AMLO cuando la sincronicidad y el destino apercibieron en su nombre amenaza y respuesta al dilema.
Conste: no podemos quejarnos de Trump por discriminar a los mexicanos y votar por alguien que discrimina al ITAM y a quien sea, en el fondo por la misma razón, conveniencia política. It’s the polls, idiot!
Detengámonos a ver su lista de Kill Bill: ¿quiénes ya vamos a la cárcel: ITAM, PAN, PRI, PRD, Televisa, Excélsior, ¿tú sigues?… ¿Carlos Slim? No parece, la plutocracia es pesada.
El vituperado Instituto Tecnológico que no alardea siquiera a ser una Universidad es ahora parte de su metafórica “mafia en el poder”. Claro, no ha de saber nada de lo que ahí se estudia. Su lógica es fallida eso sí que lo sabe, pero también sabe que los mexicanos caemos fácil en esa de “pinches ricos” olvidando los miles de becarios (me incluyo) que tenemos una licenciatura gracias a que el ITAM creyó en nosotros. Explicaría las otras miles de razones por las que no tiene idea de lo que dice, pero qué necedad responder necedades con tanta puntualidad. Me conformo con pensar que si MALO hubiera ido al ITAM, sabría que hay una infinidad de variables para explicar la deuda que no tienen nada que ver con escuela donde estudiaron licenciatura, prepa, primaria o kínder… los secretarios de hacienda. Y eso es lo que más preocupa, revela terroríficamente la forma en que va a seguir tomando las decisiones en la silla que lo pongan: manda a todos al diablo y él se va a la chingada… PRI, PRD, su hermano, quien se ha puesto enfrente.
Si MALO fuera tantito menos anti-cientifista se acordaría de lo importante que es la reincidencia de resultados en un experimento: Manuel Andrés siempre pierde, y eso es porque perdió hace mucho la presidencia de la república, cuando no supo ganar la candidatura desde el PRI, generar capital político y dar resultados para el PRD en el DF, cuando apoyó a narcocandidatos como Abarca, cuando en vez de unificar prefirió dinamitar la izquierda… yerros al fin.
Y claro, está Carmen Aristegui, su Secretaria de Gobernación, Suprema Corte y #VoceraOficial. Encargada de hacer y cobrar favores mediáticos, apoyar a sus amigos (como lo fue Marcelo Ebrard) y golpear a sus enemigos (como la más reciente y segunda parte de los #BananaPapers (#BahamasPapers) donde implica a los Vázquez Raña, obviamente unas horas después de un golpe a MALO en Excélsior.
Sus voceros y secundarios “actores” (Demián Bichir, Héctor Bonilla, Epigmenio Ibarra con sus empleados familia y amigos…) que contrastan con el llamado democrático de los superhéroes (Scarlett Johanson, Robert Downey Jr… y el ciudadano común), imponen un discurso desesperanzador, sin rumbo y derrumbador de morales… A estos títeres se suman los incautos que abonan idióticamente a su causa, que le creen a (la más tendenciosa y mentirosa) Carmen Aristegui solo porque le pega al gobierno: Salma Hayek, González (alias G.) Iñárritu, los charolastras… ¿por qué? Porque quiere llegar a imponer sobre blandito, un pueblo decidido a perder y enamorado de un caudillo es su sueño húmedo. Para neoporfiristas, su gobierno legítimo cumplirá 12 años cuando él siga de candidato por ooootro partido político. Esta vez uno de-sastre, formulado casi exclusivamente a través de la conveniencia de grupos y particulares que abusan del discurso de la izquierda para vivir como reyes.
No hay quinto MALO, y en esta su quinta boleta, Manuel Andrés perderá como siempre, y se pondrá como nunca. No hay tanta ignorancia en mi patria y esto será cada vez más evidente, confío.
A ver quiénes son los incautos que pueden seguir creyéndole, de todos, al más indefendible y tan innombrable… que ni él mismo se hace llamar por su verdadero nombre.