¿Gastarías 17 mil dólares en un par de zapatos que usó Marilyn Monroe? ¿Has pagado una fuerte cantidad por tener algo que haya pertenecido a una persona que admiras?
El mercado de bienes artísticos y de colección tiene un amplio abanico de sectores, entre los que se encuentra el de la memorabilia, en el cual el atractivo de las piezas radica en lo memorable de su historia particular.
Es decir, quién lo poseyó, en dónde y en qué momento estuvo presente esa pieza. Se trata de un tipo de coleccionismo que surge en Estados Unidos centrado en el ámbito del cine y el deporte, aunque poco a poco se fue extendiendo a otros ámbitos artísticos y de entretenimiento.
La nostalgia y la pasión son el motor del coleccionismo de memorabilia, un mercado en el que la leyenda de Marilyn Monroe está presente en varias subastas y exposiciones dedicadas a la famosa actriz de cabello rubio y curvas pronunciadas.
Algunos coleccionistas creen que los objetos atrapan el espíritu de las celebridades que los usaron. Y como ejemplo está el de la actriz Debbie Reynolds, quien aseguraba que “cada traje conserva el aura de la estrella que lo llevaba en la gran pantalla”.
Las palabras de Debbie Reynolds nos remiten a las zapatillas de rubí de Judy Garland en “El Mago de Oz”, o al vestido vaporoso que se eleva cuando Marilyn Monroe se para sobre una rejilla del metro en “La comezón del séptimo año”.
De hecho, Debbie Reynolds como una ferviente coleccionista de memorabilia confesó en una entrevista que compró 12 trajes de Marilyn Monroe, pues aseguró que “hay magia en cada hilo, en cada botón y en cada lazo, porque cada prenda captura el momento especial de la película que conmovió profundamente a los espectadores”.
Debbie Reynolds atesoró la colección más valiosa de memorabilia de Hollywood. Hasta que acosada por las deudas, en el año 2011 tuvo que subastar 3 mil 500 trajes, 20 mil fotografías, miles de carteles, accesorios, cámaras vintage y bocetos originales realizados por los diseñadores de vestuario de los grandes estudios de Hollywood.
La subasta organizada por la casa Profiles in History se tuvo que realizar en varias sesiones y se recaudaron cerca de 35 millones de dólares. Tan sólo el vestido plisado de “La comezón del séptimo año” se vendió en 3 millones y medio de dólares.
El 16 de diciembre de 2014, la famosa casa de subastas Christie´s en Londres vendió un exótico conjunto de 2 piezas que llevó Marilyn para un reportaje fotográfico con Richard Avedon publicado por la revista Life en 1958.
La importancia de estos trajes radica en que Marilyn declaró que los conservó porque eran un recuerdo del momento más feliz de su carrera. Motivo suficiente para valuarlos en 440 mil y 729 mil dólares.
Otro caso curioso es el de David Gainsborough Roberts, quien en 1989 compró el vestido rojo de lentejuelas que Marilyn Monroe lució en la película “Cómo casarse con un millonario”. En ese entonces pagó 16 mil libras y su madre le preguntó que para qué había hecho esa tontería. Al siguiente día el teléfono no dejó de sonar ofreciendo enormes cantidades por comprarle ese vestido.
La casa de subastas Julien’s Auctions de Beverly Hills licita cada año, entre el 5 y 6 de diciembre, una colección de objetos personales de Marilyn, entre los que se encuentran el archivo que la actriz entregó a su maestro Lee Strasberg y que luego éste regaló a un amigo.
El archivo se compone de cartas de amor, fotografías, artículos personales, documentación y otros objetos de los que Marilyn nunca quiso desprenderse en vida. Destacan dos cartas de amor que le escribieron sus maridos Arthur Miller y Joe DiMaggio.
Según Martin Nolan -director ejecutivo de la casa de subastas Julien’s Auctions- el mercado de la memorabilia ha crecido sustancialmente porque ya no sólo se trata de coleccionistas, sino ahora también están incluidos los inversionistas que ven este tipo de objetos como una inversión sólida.
En cada subasta aumenta el número de interesados y gracias al internet ahora los catálogos también están disponibles para el mercado ruso y asiático. Todo lo relacionado con Michael Jackson, Elvis Presley y Marilyn Monroe siempre dispara las ofertas en las subastas.
Julien’s Auctions vendió la chamarra que Michael Jackson usó en el video de Thriller, en 1 millón 157 mil dólares; y una guitarra Rickenbacker que George Harrison tocó cuando aún era parte de Los Beatles, en 578 mil 348 dólares.
En el año 2013, la casa de subastas Christie’s vendió la guitarra eléctrica que tocó Bob Dylan en el Festival Folk de Newport 1965, en casi 897 mil dólares; y el vestido que usó Marilyn cuando le cantó Happy Birthday a Kennedy se subastó en 1999 por la cantidad de 1 millón 116 mil 211 dólares.
En Nueva York se subastó el piano del Rick’s Café de la película “Casablanca”, en el que Sam toca “As Time Goes By”, en 2 millones 313 mil 399 dólares. Esto en la casa Bonhams en el año 2014.
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Después de escuchar este periodismo de vida, te pregunto: ¿Coleccionas algún tipo de objetos? ¿Hay alguna pieza que te gustaría tener de alguien que admiras?
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