En un reciente incidente que ha captado la atención de las redes sociales, Meli la Panda, usuaria de la plataforma X, publicó una serie de videos en los que denuncia a un zapatero que se negó a referirse con los pronombres femeninos que prefiere.
El zapatero, por su parte, argumenta que el conflicto surgió no por una falta de respeto a la identidad de género de Meli, sino por un malentendido relacionado con una nota de trabajo que no se entregó.
El incidente escaló hasta el punto de que la Guardia Nacional intervino, pidiendo a Meli que se retirara del lugar. En respuesta, usuarios de redes sociales se movilizaron para localizar el negocio del zapatero, la Super Reparadora 2000, y elevar su clasificación en línea.
Este incidente ha abierto un debate sobre el respeto a las identidades de género y la necesidad de adaptar nuestro lenguaje para reflejarlas, especialmente en un país como México. ¿Debemos participar de las necesidades identitarias de los demás? ¿Hasta qué punto es razonable exigir a los demás que se ajusten a nuestras preferencias de género?
Este es un debate que apenas comienza, pero que promete ser crucial en la lucha por el respeto y la inclusión de todas las identidades de género.
Está persona me atendió muy agresivamente le pedí amablemente que me dijera ella porque no paraba de decirme EL y dijo que "no le importa" @CONAPRED @COPRED_CDMX @la_de_rh nadie me auxilió yo solo quería mis zapatos y luego vino una persona disque de la SEDENA pidiéndome mi ine pic.twitter.com/j9SGHEm1te
— Meli la Panda 🐼🏳️⚧️ (@meliwitchi) January 23, 2024