En un hecho histórico para la actual legislatura, la Cámara de Senadores aprobó por unanimidad la primera reforma constitucional que garantiza que el salario mínimo en México se ajuste anualmente por encima de la inflación. Con 124 votos a favor, la reforma al artículo 123 constitucional busca frenar el deterioro del poder adquisitivo de los trabajadores y asegurar que los salarios mantengan su valor frente al aumento de los precios.
Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado, destacó la importancia de este consenso, subrayando que, a pesar de las diferencias ideológicas entre los partidos, se logró un acuerdo total en beneficio de los trabajadores. «Es un avance para garantizar una remuneración justa y adecuada para las y los mexicanos», afirmó.
Protección frente a la inflación
Óscar Cantón Zetina, senador de Morena, señaló que la reforma es un paso crucial en la defensa de los ingresos de los trabajadores. «Con esta medida, se garantiza que no habrá más pérdida del poder adquisitivo. Los salarios no solo se ajustarán a la inflación, sino que se revisarán anualmente para asegurar que reflejen el esfuerzo diario de millones de personas», explicó.
Sin embargo, la oposición advirtió que la reforma, aunque positiva, es insuficiente. El senador del PAN, Ricardo Anaya, llamó a seguir avanzando para alcanzar un salario digno que permita cubrir una canasta básica ampliada. «La meta debe ser un salario de 15,500 pesos, que cubra las necesidades básicas de las familias mexicanas», planteó.
El reto de las cargas fiscales
Por su parte, el PRI exigió medidas adicionales para evitar que el incremento salarial se vea afectado por las cargas fiscales. Manuel Añorve, coordinador del PRI en el Senado, advirtió que sin mecanismos para contrarrestar impuestos como el Impuesto Sobre la Renta (ISR), el beneficio de esta reforma podría quedar reducido. «Es necesario que los trabajadores puedan disfrutar plenamente de sus aumentos salariales sin que las cargas fiscales los erosionen», afirmó.
Polémica en salarios del sector público
La reforma también incluyó ajustes en el apartado B del artículo 123, que asegura que las remuneraciones de maestros, policías, Guardia Nacional, médicos y enfermeras no sean inferiores al promedio salarial registrado en el IMSS. Sin embargo, este punto generó discrepancias, ya que la oposición criticó que no se incluyan a ciertos sectores como los maestros de medio tiempo y las policías estatales y municipales.
Marko Cortés, senador del PAN, fue uno de los más críticos, argumentando que la reforma es insuficiente y acusó a Morena de crear una ilusión de bienestar. «Esta es solo una medida de maquillaje. Mientras la gente tiene que comprar sus medicinas por la desaparición del Seguro Popular, los salarios no alcanzan», declaró.
Un consenso que fortalece la reforma
Pese a las críticas, la mayoría parlamentaria de Morena agradeció el voto de la oposición, celebrando la unanimidad en la aprobación de la reforma. Manuel Huerta Ladrón de Guevara, senador de Morena, destacó la apertura de la oposición para sumar esfuerzos en este logro. «La unanimidad acredita lo positivo de la cuarta transformación, y agradecemos que se sumen a esta política en favor de los trabajadores», concluyó.
La reforma fue remitida a las legislaturas estatales para su discusión y aprobación final, con la expectativa de consolidar un marco legal que proteja los ingresos de los mexicanos frente a la inflación y garantice un salario justo para todos.