El exlíder del Cártel del Golfo, Osiel Cárdenas Guillén, conocido como El Mata Amigos, compareció ante un juez mexicano tras ser extraditado desde Estados Unidos. Durante la audiencia, negó las acusaciones formuladas por la Fiscalía General de la República (FGR) por delitos contra la salud, en un caso que reabre su historial criminal.
Un regreso marcado por la polémica
Cárdenas Guillén, quien en 2010 fue sentenciado en Estados Unidos a 25 años de prisión por narcotráfico y lavado de dinero, obtuvo una reducción de su pena a 14 años. En agosto pasado quedó bajo vigilancia de autoridades migratorias hasta ser entregado a México. Ahora, enfrenta nuevas imputaciones que lo han llevado al Centro Federal de Readaptación Social número 1, Altiplano, en el Estado de México.
Ampliación del plazo y defensa legal
Durante la audiencia inicial, la defensa de Cárdenas Guillén solicitó una ampliación del plazo legal de 72 a 144 horas para analizar las pruebas presentadas en su contra. Este procedimiento, regido por el sistema penal anterior, retrasa la resolución de su situación jurídica hasta el próximo domingo.
El exlíder del Cártel del Golfo y creador de Los Zetas —un grupo formado inicialmente por exmilitares— rechazó las acusaciones de la FGR, que lo vinculan con delitos contra la salud en territorio mexicano.
El impacto del caso en México
La extradición y reaprehensión de Cárdenas Guillén representan un paso significativo en la lucha contra el narcotráfico, pero también plantea preguntas sobre la capacidad del sistema de justicia mexicano para procesar a líderes del crimen organizado.
Este caso, que revive la sombra de uno de los cárteles más peligrosos de México, será crucial para medir la efectividad del país en el combate a las redes delictivas.
El futuro de Osiel Cárdenas Guillén
Con una trayectoria marcada por el poder y la violencia, Cárdenas Guillén enfrenta un nuevo capítulo en su historial judicial. Su defensa buscará desacreditar las pruebas de la FGR, mientras el país espera que la justicia prevalezca en un caso que podría sentar precedentes para futuros procesos contra líderes del narcotráfico.