Por tercer día consecutivo, alrededor de 5,000 migrantes reiniciaron la marcha caravana sobre la carretera costera de Chiapas, adentrándose en territorio mexicano y desafiando a las autoridades migratorias y sus retenes.
Desde el domingo por la mañana, miles de migrantes salieron de Tapachula y se dirigieron hacia la carretera costera, marchando en su primer tramo unos 11 kilómetros. Pasaron por el retén migratorio de Viva México y pernoctaron en la comunidad Álvaro Obregón, en el mismo municipio de Tapachula.
El lunes 25, avanzaron hacia el municipio de Huixtla y el martes 26, los migrantes salieron de Huixtla para avanzar hacia el municipio de Villa Comaltitlán. Antes de llegar a ese municipio se encuentra el Centro de Atención Integral al Tránsito Fronterizo (CAITF), donde las más recientes caravanas han sido frenadas por la Guardia Nacional y desarticuladas.
La marcha caravana está compuesta por haitianos, guatemaltecos, hondureños, nicaragüenses, venezolanos, cubanos e incluso migrantes del continente africano. Según los activistas defensores de derechos humanos Irineo Mujica y Luis Rey García Villagrán, podrían ser hasta 8,000 migrantes. Al finalizar la caminata del martes, los migrantes caminaron unos 58 kilómetros.
Irineo Mujica, de la organización Pueblos Sin Fronteras, afirmó que los migrantes «salieron rumbo a la frontera de Estados Unidos ya que las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) han decidido no atender a la comunidad migrante y cerraron sus instalaciones, al igual que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar)».
Mujica cuestionó la reunión de López Obrador con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, argumentando que esa reunión no resolverá el problema y que la migración seguirá aumentando.