El Carnaval de Sao Paulo gritó ayer contra la corrupción y la élite, rescató la memoria sucia de la dictadura militar brasileña y emprendió después un viaje a México.
En el último tramo del desfile de ayer, la escuela de samba Unidos de Vila María mezcló historia y leyenda para mostrar la riqueza de la cultura mexicana.
Los primeros en aparecer, fueron los aztecas y los mayas, vibrando en un templo prehispánico custodiado por varias serpientes emplumadas. Muy de cerca, se encontraba Hernán Cortés y toda la expedición española a bordo de una carabela.
Después llegaría la Virgen de Guadalupe, la celebración del Día de Muertos y el tributo al actor y productor Roberto Gómez Bolaños Chespirito, creador hace casi medio siglo de la serie El Chavo del 8.
Con información de Excélsior