El próximo 25 de noviembre se cumplen justo 100 años del día en que Albert Einstein explicó en una conferencia ante la Academia Prusiana de Ciencias,en Berlín, las ecuaciones definitivas de su teoría general de la relatividad.
El ahora consagrado físico, logró terminar esta obra después de casi una década de topar con pared al tratar de compatibilizar la fuerza gravitatoria con su teoría especial de la relatividad (1905); y con el matemático David Hilbert pisándole los talones, por fin dio forma precisa y definitiva a la que se considera una de las cimas intelectuales de la humanidad. Su presentación se publicó aquel mismo día, 25 de noviembre de 1915, en las actas (Proceedings o Sitzungsberichte) de la academia.
El 29 de mayo de 1919, Arthur Eddington midió durante un eclipse, la desviación de la luz de una estrella al pasar cerca del Sol; una de las predicciones que auguraba el manuscrito de la Teoría General de la Relatividad. Hasta el día de hoy, la teoría se ha comprobado en todos los experimentos y verificaciones realizados.
En la actualidad la Teoría de la Relatividad General nos ha permitido construir maquinas especializadas, entre ellas el GPS. Como el tiempo no pasa con exactitud de la misma forma en la Tierra que en los satélites, esa tecnología tiene una mínima corrección para que funcione de forma apropiada.
Lo más que podremos llegar a decir en el futuro, es que su teoría no tenía el alcance tan inmenso que creíamos, pero así es la historia de la física, acotando rangos de validez y explorando los límites de las mismas, hasta encontrar las respuestas a todas las preguntas que nos plantea el universo cada vez que nos levantamos por la mañana.
Con información de La Tercera