lunes, octubre 13, 2025

Top 5 This Week

Related Posts

El alma de papel que decora nuestras ofrendas

Cada hoja baila con el viento como si respirara.

Presente en ofrendas, fiestas patronales, bodas, bautizos y celebraciones nacionales, el papel picado es uno de los elementos más representativos del arte popular mexicano. Su belleza es tan evidente como su significado, aunque muchas veces se le mire solo como decoración.

Un origen que viajó y se transformó

El antecedente más remoto del papel picado se encuentra en el papel de arroz traído desde China durante la época virreinal. Sin embargo, su transformación en arte y tradición fue completamente mexicana. En el siglo XIX, en el municipio de San Salvador Huixcolotla, Puebla, los artesanos comenzaron a trabajar el papel de china con cinceles metálicos, creando verdaderas obras de arte a partir de técnicas heredadas de generación en generación.

Cada figura requiere entre 20 y 50 cortes. Las plantillas de metal se colocan sobre varios pliegos superpuestos y se tallan con precisión milimétrica. Así nacen flores, calaveras, símbolos religiosos o escenas cotidianas, llenas de vida y memoria.

El lenguaje del papel

El papel picado no solo adorna, también comunica. Su uso más popular está ligado al Día de Muertos, donde representa al aire, uno de los cuatro elementos esenciales del altar tradicional. Sus colores tampoco son aleatorios:

  • Naranja y amarillo: el sol y el cempasúchil, guías del regreso.
  • Morado: el duelo y la espiritualidad.
  • Negro: el inframundo.
  • Blanco: la pureza de los niños y almas nuevas.
  • Verde, azul, rosa: esperanza, agua, vida.

Colgar papel picado en una ofrenda es más que tradición. Es abrirle camino al recuerdo, al afecto, a quienes ya no están.

Tradición que no se rinde

Aunque el plástico, la impresión industrial y los diseños prefabricados han intentado desplazarlo, el papel picado artesanal sigue resistiendo. Las familias de Huixcolotla no han dejado de producirlo, y su trabajo fue reconocido en 1998 como Patrimonio Cultural del Estado de Puebla, y más tarde como Patrimonio Cultural Inmaterial de México.

En cada corte hay precisión, paciencia y fe. Porque quien hace papel picado no solo trabaja con las manos: también trabaja con el alma.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Popular Articles