¿Será? Para muchas organizaciones de análisis, el pago de pensiones ha debilitado peligrosamente la economía mexicana, pues resulta que pagar mes con mes a jubilados, aumenta la deuda de estados, organizaciones y sector empresarial; pese a ello, el pago de cada mes, resulta no ser suficiente para subsistir después de que se dejó de laborar.
El futuro pinta desalentador en términos de pensiones y el escenario podría empeorar más rápido de lo que se cree. De acuerdo con datos de Principal Financial, será en 2021 cuando empiece el trámite de retiro para la llamada “Generación Afore”, pues quienes empezaron a laborar después de julio de 1997, no tendrán una pensión “tradicional” y deberán ajustarse a lo que hayan ahorrado.
Actualmente, sólo 33 por ciento de la población económicamente activa cotiza seguridad social obligatoria, es decir, siete de cada diez mexicanos, no cuenta con un mecanismo básico de ahorro para el retiro y para los otros tres, el ahorro automático del Afore podría no ser suficiente.
Y es que, la contribución del trabajador mexicano a su Administradora de Fondos para el Retiro es de sólo 6.5% de su salario mensual y a ello se le suma que de acuerdo con la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), 25 de cada 100 mexicanos que un año tuvieron un empleo formal no lo tienen el siguiente, lo cual dificultará que al final de su vida productiva reúnan el requisito de semanas cotizadas.
Este promedio es mayor, incluso que al de otros países de Latinoamérica como Colombia, Argentina, Perú, Venezuela y Ecuador en donde 20 de cada 100 personas ingresan a la informalidad después de un año de estar en la economía formal.
Un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en el que se evaluó el sistema mexicano de pensiones a largo plazo, señaló que el incremento en el número de jubilados para el año 2030, representa un grave riesgo para las finanzas del Estado.
Así, según los cálculos de la OCDE, para 2030, México contará con 1 jubilado por cada 5 trabajadores, por lo que, para garantizar un nivel de ingreso de más de la mitad del último salario percibido por los pensionados, se requiere que estos ahorren entre 13 a 18 por ciento de su salario, en lugar del 6 por ciento actual.
Y es que en México la contribución obligatoria de los trabajadores del sector privado es la más baja de todos los integrantes de la OCDE, por ejemplo, Corea tiene 8 por ciento, mientras que Hungría tiene 35 por ciento.
Al final, la cuota aportada por el Estado es mayor que la que aporta el trabajador, situación que no será sostenible a largo plazo, según el estudio.
La respuesta forzada a este problema creciente, sería que los trabajadores ahorraran más, sin embargo, el panorama para la mayoría de los mexicanos es el de bajos ingresos e informalidad, lo que lo hace del todo impensable. Lo propio sería, aumentar las remuneraciones y con ello el ahorro, además de homologar, o bien, reducir las diferencias que hay entre el plan de pensiones del sector público y el del sector privado.
Aunado a todo esto, resultan desalentadoras las condiciones a las que los jóvenes trabajadores tendrán que enfrentarse en su vejez, pues muchas de las condiciones laborales de protección se han ido eliminando paulatinamente. Es mi opinión…