A ti que me escuchas esta mañana en ¡Qué tal, Fernanda! te pregunto: ¿Has sido víctima de algún producto de los llamados “milagro” que te prometen un beneficio y no lo cumplen?
Te lo pregunto porque el mercado de medicamentos, suplementos alimenticios y aparatos de acondicionamiento físico, terapia y rejuvenecimiento está lleno de publicidad engañosa, las llamadas fake news que también se encuentran en la industria comercial.
Uno de estos ejemplos es el famoso cigarro electrónico que asegura contrarrestar el consumo de tabaco e incluso dejar de fumar conforme pasa el tiempo usando alguno de estos dispositivos que también forman parte de la industria tabacalera.
No sólo se trata de un paliativo para dejar de fumar, sino de una nueva moda entre un mayor número de jóvenes que recurren a los cigarros electrónicos para verse interesantes y que no saben que esto significa al mismo tiempo una puerta de entrada al tabaquismo.
Según datos de la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016-2017, de los más de 85 millones de mexicanos, 5.4 millones fuman diariamente y 9.4 millones son fumadores ocasionales.
De estos 85 millones de ciudadanos, el 4.9% de fumadores son adolescentes de entre 12 y 17 años. Es decir, 648 mil adolescentes. La encuesta arrojó también que más de 937 mil adolescentes han usado el cigarro electrónico por lo menos alguna vez y que 160 mil lo consumen actualmente.
Ahora, muchos dirán que no es nada malo si estos cigarros -también llamados vaporizadores- aseguran que no son perjudiciales, según la publicidad con la que son promocionados y vendidos. Sin embargo, algo debe estar mal si la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios -la Cofepris- dice lo contrario.
Pero primero entendamos que un cigarro electrónico es un sistema inhalable que pretende simular el consumo de tabaco. Este dispositivo se calienta y vaporiza una solución que supuestamente tiene un impacto menor para la salud, por lo que sus vendedores lo anuncian como una terapia para dejar de fumar el cigarro normal.
¿Y por qué son tan atractivos para los adolescentes? Porque evidentemente, su presentación y la manera de promocionarlos va dirigida a ellos o no habría disminuido la edad a la que los adolescentes empiezan a fumar hoy en día.
En primera está el factor de su venta, que pueden conseguirse con una facilidad impresionante y sin mecanismos de regulación. Después está el diseño atractivo y los líquidos de vapeo de colores y con sabores llamativos, como fresa, mojito, caramelo con chocolate, kiwi y piña colada, entre otros.
Oficialmente, sabemos que el vapor que arrojan estos cigarros electrónicos contiene nicotina, glicerina y propilenglicol, y que lo recomiendan como un método saludable para dejar de fumar.
Eso es la parte oficial, a modo de los vendedores.
Pero el doctor Prue Talbot y su equipo de la Universidad de California encontraron que también hay componente metales en este vapor, como por ejemplo estaño, cobre, platino y níquel. Y que al igual que como ocurre con el tabaco, esto pueden inhalarlo los fumadores pasivos.
Algunos podrán afirmar que estos elementos no son de peligro pues están en nano partículas, pero son igual de peligrosas porque por su tamaño pueden acceder fácilmente al sistema respiratorio y desplazarse por el torrente sanguíneo.
Lo que tampoco mencionan las marcas productoras y distribuidoras de estos cigarros es que las baterías de los dispositivos electrónicos pueden explotar y causar quemaduras, como ya ha ocurrido en algunos casos.
En Arizona la venta de estos productos a menores de edad es ilegal. Y también la Food and Drug Administration de Estados Unidos ha alertado a los consumidores sobre el daño que provocan estos cigarros. Algo que no te dicen los anuncios ni las cajas en que vienen.
Por eso, el año pasado la Secretaría de Salud, a través de la Cofepris, emitió cartas de advertencia a tiendas departamentales y autoridades sanitarias estatales en las que se confirma la alerta contra la distribución y comercialización de cigarros electrónicos.
Algo similar está ocurriendo con el llamado Demograss Clásico, el producto milagro para bajar de peso que cuenta con el mayor número de reportes y que presenta el mayor número de decomisos en el estado de Quintana Roo.
En la lista de productos decomisados por Cofepris se encuentran más de 4 millones 500 mil de la marca Capslim, que pese a ser anunciados como milagrosos para el control y diminución de tallas, poseen sustancias peligrosas.
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Por eso es importante tomar en cuenta las advertencias y datos de este periodismo de vida, y no arriesgarnos con fake news en medicamentos, suplementos alimenticios o cualquier otro aspecto donde se pongan en riesgo nuestra salud.
Y sobre este tema hoy te pregunto: ¿Has tenido problemas de salud con alguno de estos productos milagro? ¿Cómo te han afectado las fake news en los productos que consumes?
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