Un viento fuerte, aves que buscan refugio y ladridos de perros…
De repente…, reina el silencio, el viento cesa, los cantos de las aves terminan y comienzan a dormir, los perros igual. Todo queda en penumbra. Se hizo la noche en pleno día.
Y los miles de hombres y mujeres que miran hacia el cielo, quedan petrificados, aterrados por un par de segundos.
“!Un dragón se comió el sol!”, grita con terror un grupo de mujeres.
“¡No, fue un sapo gigante!”, gritan algunos hombres.
“¡Fue un demonio!”, dicen los niños.
Entonces, aquellos pobladores de la antigua China, comienzan a golpear vasijas de barro para asustar a ese dragón que devora al sol.
En el caso de los aborígenes australianos, un chamán lanza piedras sagradas al demonio que intenta dejar en oscuridad a la Tierra.
Así es como se experimentaba un eclipse solar en tiempos antiguos, cuando la ciencia aún no existía y los pobladores del planeta atribuían a la magia y las leyendas este fenómeno astronómico.
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¿Pero qué tanto sabemos de los eclipses? ¿Qué es un eclipse solar como el que vamos a presenciar hoy en México? Y que incluso en varios estados de la República ya están observando desde las 9 de la mañana.
Este fenómeno natural ocurre cuando la luna oculta al sol, proyectando una sombra en la Tierra. Y es precisamente un acontecimiento porque desde hace 100 años no se veía un eclipse solar en Norteamérica.
Los afortunados en apreciar el eclipse total son los que están ubicados en la zona más oscura de esta sombra, donde la luz del sol es completamente obstruida por la luna, lo que se llama umbra. Aquellos que estamos en la zona llamada penumbra, sólo veremos un eclipse parcial, porque la luz del sol es bloqueada sólo en una parte.
Para que un eclipse solar total ocurra es necesario que la luna esté alineada de forma muy precisa entre la Tierra y el sol, ya que la órbita por la que se mueve la luna está inclinada, de modo que la luna y el sol no siempre se cruzan de esta manera.
También es interesante saber que la órbita de la luna es ligeramente alargada y la distancia entre la luna y la Tierra cambia con el tiempo. Por eso, cuando la luna está más lejos, su tamaño no es lo suficientemente grande para cubrir completamente al sol, y es así que ocurre el llamado eclipse anular, cuando el “anillo de fuego” rodea a la luna.
El último eclipse solar total ocurrió en marzo del año pasado, y atravesó partes de Indonesia, pero sólo fue visible desde la costa del Océano Pacífico.
En Estados Unidos, la última vez que un fenómeno así ocurrió fue en febrero de 1979, cuando se vio en el noroeste del Pacífico. Pero en esta ocasión, el eclipse solar cruzará Estados Unidos de costa a costa. La última vez que ocurrió algo así fue en junio de 1918.
Para los que estamos en América Latina, sólo podremos ver un eclipse parcial, pero que es igual de impresionante.
La luna cubrirá al sol por completo hasta por 2 minutos y 40 segundos. La banda de totalidad tendrá 112 kilómetros de ancho y se extenderá alrededor de 4 mil kilómetros en diagonal desde el oeste al este de Estados Unidos.
La trayectoria del eclipse comenzará en Oregon y atravesará Illinois, Kentucky, Tennessee, Idaho, Wyoming, Nebraska, Kansas, Missouri y Carolina del Norte y del Sur.
Ahora, es indispensable seguir las recomendaciones emitidas por el Sistema Nacional de Protección Civil y la Secretaría de Gobernación para ver el eclipse solar de manera segura. Entre las cuales, la más importante es que no debemos mirar directamente al sol porque nuestra retina se puede dañar permanentemente en tan sólo unos segundos.
Para observar el eclipse se debe utilizar un filtro para soldar del número 14 en lentes binoculares o telescopios. Y también existen lentes especiales para ver estos fenómenos, que se venden en algunas tiendas comerciales. Pero cuidado, porque incluso con estos lentes o los filtros para soldar, se recomienda no ver el sol más de 30 segundos.
Eviten usar cámaras fotográficas o de video, binoculares, vidrios ahumados, filtros polarizados o películas de color para ver el eclipse. Tampoco los lentes de sol comunes funcionan. Ni se arriesguen usando filtros hechos en casa que aseguran en muchos videos o páginas de internet que funcionan, lo cual es mentira y puede ser muy riesgoso.
Aunque la sensación que da este fenómeno es de oscuridad, el sol y sus rayos ultravioletas siguen presentes y verlos sin protección adecuada, aunque sea unos segundos, puede provocar conjuntivitis y queratitis punteada.
Según un comunicado de la Facultad de Medicina de la UNAM, esta exposición de la vista puede causar una quemadura en la mácula, que es la parte interior de la retina y es donde se encuentran los fotorreceptores que permiten ver con claridad y detalle.
Estas neuronas especializadas llamadas máculas son las encargadas de apreciar los detalles y el movimiento, con las que podemos distinguir las caras y leer sin inconveniente. Si se lesionan o destruyen, se origina una mancha en el centro de la visión que ya no se regenera y por lo tanto se produce ceguera.
Para aquellos que deseen ver el eclipse en todo su esplendor y de manera segura, lo pueden hacer por internet. Hay varias opciones que lo transmitirán en vivo, como la página de la NASA en www.nasa.gov o en la página de CNN noticias en edition.cnn.com
Así que disfrutemos de este maravilloso fenómeno astronómico, pero con las precauciones debidas, ya que tendremos que esperar hasta el 14 de diciembre de 2020 para experimentar otro y será visto en Chile y Argentina. En México, podremos ver un eclipse solar total, como el de 1991, el 8 de abril de 2024.