El reportero de espectáculos, Mauricio Clark, declaró en el programa Intrusos, que curó su homosexualidad con ayuda de la religión.
“Lo más difícil que he hecho en mi vida y que me siento muy orgulloso, es haberme arrepentido ante Dios, haberme perdonado por todas las aberraciones que cometí, porque no solo fui adicto a la cocaína, fui adicto a la pornografía, a la prostitución admitió.
Por su parte, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), aseguró que las terapias de conversión son una forma de violencia y discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género.
El 28 de junio del 2017 nos pronunciamos contra las "terapias de conversión" por ser una forma de violencia y discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género. #LGBT https://t.co/QgY5K9xj9i pic.twitter.com/iX6iMdHDEj
— Conapred México (@CONAPRED) July 24, 2018
“En los últimos días han saltado algunos sucesos acerca del funcionamiento y efectividad de las terapias de conversión, desde Conapred expresamos una postura, con base en la Constitución mexicana y la Declaración Universal de Derechos Humanos, las terapias de conversión son una forma de violencia y discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género y transgreden los derechos al libre desarrollo de la personalidad, a la salud, a la integridad personal y a la igualdad y no discriminación”, señala el comunicado.
El organismo recalcó que la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) señala que la orientación sexual se descubre alrededor de los 10 años de edad y ésta se refiere a la capacidad de cada persona de sentir una atracción erótico afectiva por personas de un género similar, diferente al suyo.
Los señalamientos de la comunidad LGBT no se hicieron esperar, al defender la homosexualidad y expresar que ésta no es una enfermedad.