Las fuertes lluvias en el sur de la India han provocado aludes de tierra que han dejado al menos 93 muertos y cientos de personas atrapadas bajo los escombros. Los deslizamientos de tierra, que ocurrieron el 30 de julio, han causado daños significativos en pequeñas aldeas en el estado de Kerala, destruyendo casas y un puente crucial.
Los equipos de rescate están trabajando arduamente para liberar a las personas atrapadas en el lodo y los escombros. Sin embargo, las condiciones climáticas adversas y el terreno inestable están dificultando sus esfuerzos. Las autoridades han movilizado helicópteros y han desplegado al ejército indio para ayudar en las operaciones de rescate.
El ministro jefe de Kerala, Pinarayi Vijayan, informó que más de 3,000 personas han sido trasladadas a campamentos de ayuda. La mayoría de las víctimas eran trabajadores en plantaciones estatales de té. Aún no se ha especificado cuántas personas están desaparecidas o atrapadas bajo los escombros.
El primer ministro Narendra Modi expresó su consternación por los aludes en Wayanad, un distrito montañoso de Kerala. Modi anunció una compensación de 200,000 rupias (aproximadamente 2,388 dólares) para las familias de las víctimas.
El Departamento Meteorológico de la India ha emitido una alerta para el estado de Kerala debido a las lluvias incesantes. Kerala es propenso a lluvias intensas, inundaciones y deslizamientos de tierra. En 2018, casi 500 personas murieron en el estado debido a una de las peores inundaciones registradas.
Los científicos señalan que los patrones del monzón están cambiando y que la cantidad de lluvia que se recibe en un corto período de tiempo ha aumentado. Como resultado, se están produciendo aludes de tierra e inundaciones más frecuentes en los Ghats Occidentales.