El Gobierno de Rusia aseguró estar listo para aprobar su vacuna contra COVID-19, creada por el Instituto moscovita Gamaleya, este 10 de agosto, por lo que preocupación internacional se ha hecho presente, al considerar que aún no está determinada totalmente su eficacia.
El ministro de Salud, Mijaíl Murashko, confirmó que ya se completó la fase de ensayos clínicos de la vacuna elaborada por el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya en conjunto con el Ministerio de Defensa ruso.
Así, una vez que se obtenga el certificado de registro del medicamento, empezará a suministrarse entre la población, en primer lugar a los integrantes de grupos de riesgo como médicos y maestros.
Por otro lado, el Centro Estatal de Investigación en Virología y Biotecnología Véktor, con sede en Novosibirsk, comenzará a producir una vacuna contra la COVID-19, que está siendo sometida a ensayos clínicos, en noviembre.
«Esperamos iniciar la producción en noviembre de este año. Por lo tanto, ya a finales del año, o a comienzos del próximo, podemos hablar sobre la transición a la vacunación de al menos los grupos de riesgo con una transición posterior a la vacunación masiva»,informó el director general del centro, Rinat Maksiútov.
Murashko anunció que la vacunación será gratuita para los ciudadanos rusos, y que los costos de la campaña se financiarán mediante el presupuesto estatal.