La Organización Mundial de la Salud reconocerá el trastorno por videojuegos dentro de los problemas relacionados con la Salud Mental, de acuerdo a la revista digital New Scientist.
Para poder ser diagnosticado con este trastorno, el sujeto debe presentar un patrón de juego continuo o recurrente, calificado en intensidad, frecuencia y duración; el incremento de la prioridad de estar por encima de otras actividades e intereses y continuar dicha conducta debe llevar a consecuencias negativas.
De acuerdo a lo investigado por la revista, La OMS incluirá este trastorno en su Clasificación Internacional de Enfermedades, la cual se actualizó por última vez en 1990 y que la próxima actualización, llamada ICD-11, será publicada en 2018.
No hay que olvidar que cualquier acción y producto en exceso puede ser venenoso, y habrá de ser muy precavidos que no se sobre diagnostique éste trastorno, ya que, el uso sano de videojuegos, llega a los jóvenes a nuevas formas de interacción y conocimiento extenso del mundo que los rodea.
Con información de New Scientist