Después de un fuerte desplome cercano al 7 por ciento provocado por la baja productividad de la industria manufacturera y las tensiones en Oriente Medio, las bolsas de China suspendieron hoy sus operaciones.
Hoy, el mercado de valores chino estrenó el interruptor automático, diseñado para monitorear al índice 300 Hushen y contener cambios bruscos en los mercados.
Si el índice aumenta o disminuye un 5 por ciento, el interruptor suspende las operaciones por 15 minutos y en caso de que el descenso llegue al 7 por ciento, se suspenden definitivamente las actividades del día.
Este lunes la caída de la bolsa se atribuye a que China llegó en diciembre a su décimo mes de contracción manufacturera, además de que la tasa de cambio del yuan llegó a uno de los niveles más bajos.
“Aparentemente la caída intensificó la ola de ventas, mientras que la activación del ‘interruptor’ del mercado pareció haber aumentado el pánico, ya que se produjo una escasez de liquidez repentina y esto es algo que nadie había experimentado nunca”, mencionó Gu Yongtao, estratega de Cinda Securities.
Aunque el gobierno chino ha tomado medidas de todo tipo para contener el hundimiento, suspendió nuevas salidas a bolsa, aligeró las condiciones de financiación y el Banco Central recortó las tasas de interés, el índice de referencia de la bolsa de Shangái cayó 242.92 puntos, es decir, el 6.86 por ciento.
La caída de la bolsa china afectó también a Japón, donde el Nikkei perdió 582.3 puntos, es decir, el 3.06 por ciento; en Hong Kong, el Hang Seng perdió 2.68 por ciento: en Singapur, el Strait Times retrocedió 1.62 por ciento y el índice Kospi de Seúl, cerró con una baja de 2.17 por ciento.
Con información de El Financiero
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