A solo seis meses de que termine su presidencia Obama tiene que afrontar el peor tiroteo de la historia de Estados Unidos y el peor ataque perpetrado por un estadounidense.
Barack Obama, presidente de Estados Unidos y Joe Biden se reunieron con familiares de víctimas del tiroteo en la discoteca Pulse, en Orlando.
Después de depositar flores en un memorial, el presidente dio un discurso en el que expresó la urgencia de endurecer las leyes. “Si no actuamos, seguiremos viendo masacres como esta porque decidiremos permitir que ocurran”, expresó.
También lamentó que la clase política tolere que un terrorista pueda comprar “legalmente” armas “extremadamente potentes”. Agregó que «una vez más he abrazado a familias de luto y me han preguntado por qué esto sigue ocurriendo. No les importan los aspectos políticos, y a mí tampoco. Este debate tiene que cambiar».
Insistió que EE.UU se mantendrá firme en su lucha contra el terrorismo yihadista en el extranjero, pero puso hincapié en la necesidad de restringir el acceso a las armas para evitar ataques solitarios de inspiración yihadista en el país.
Obama dijo a familiares de las víctimas, “Nuestros corazones están rotos también. Estamos con vosotros”. Y pidió reflexionar sobre la discriminación a la comunidad homosexual.
Según un datos de Campaña Brady, cada día 297 personas reciben disparos de armas de fuego y 89 mueren. En la actualidad se registra un promedio de nueve armas por cada diez ciudadanos.
Con información de El País