Las condiciones climatológicas del día en que se accidentó el vuelo 2431 de Aeroméxico no obligaban a suspender las operaciones del aeropuerto de Durango, aseguró el titular de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), Luis Gerardo Fonseca.
Explicó que cuando hay condiciones climatológicas tan severas que no permiten garantizar la seguridad de las operaciones, la torre de control debe avisar al comandante del aeropuerto para proceder al cierre de las mismas, pero que dichas condiciones “no existían en el caso del aeropuerto de Durango ese día, 31 de julio”.
Tras el accidente, un pasajero del vuelo demandó a Aeroméxico al asegurar que la aerolínea fue negligente por dejar que el vuelo despegara en medio de una tormenta de fuertes vientos, lluvia y granizo.
Sobre la remoción de restos de la aeronave, Fonseca indicó que ésta ya está casi terminada, pese a que se trató de un proceso complejo debido a que los restos del avión son parte determinante de la investigación.
“Hubo que esperar a que terminaran las labores de campo de la comisión investigadora para proceder a iniciar la remoción, la cual ya inició desde el pasado jueves, está en proceso y prácticamente está por concluir”, dijo en entrevista con Ciro Gómez Leyva para Grupo Fórmula.
Finalmente, dijo que el capitán Carlos Galván, quien aún recibe atención médica, es el único miembro de la tripulación que falta por hacer su declaración ante las autoridades.
Con información de Milenio Noticias