La celebración de una boda en Tailandia se convirtió en una tragedia cuando Jaturong Sukkasuk, un paratleta y exsoldado de 29 años, abrió fuego contra los invitados, incluyendo a su novia, en la provincia de Nakhon Ratchasima. El ataque, que ocurrió después de una discusión entre la pareja recién casada, dejó al menos cinco personas muertas, incluida la novia, su madre, su hermana y otro invitado. Posteriormente, el agresor se quitó la vida.
El trágico incidente tuvo lugar al filo de la medianoche, después de la recepción de la boda. Jaturong Sukkasuk se dirigió a su vehículo, donde guardaba una pistola y varias rondas de munición, con las cuales perpetró los asesinatos.
En un momento en el que Tailandia está revaluando sus leyes sobre la tenencia de armas debido a varios tiroteos mortales ocurridos en los últimos años, este incidente destaca la urgencia de abordar el acceso a armas de fuego en el país.
Según el proyecto de investigación suizo Small Arms Survey, Tailandia tiene aproximadamente 10,34 millones de armas, lo que representa alrededor de 15,14 armas por cada 100 civiles, la tasa más alta en el Sudeste Asiático y una de las más altas en Asia. Además, se estima que 4,1 millones de estas armas no tienen licencia o no están registradas legalmente en el país.
Este trágico suceso subraya la necesidad de revisar las regulaciones sobre armas de fuego en Tailandia y resalta la importancia de abordar las cuestiones relacionadas con la salud mental y la prevención de la violencia en eventos sociales.