Para quienes tenemos la suerte de vivir en México, las obras de José Clemente Orozco son tan cercanas como pasar por la estación Poliforum del MetroBus Insurgentes. Sin embargo, este maestro de las artes es un raro y ocasional deleite para la comunidad internacional.
A partir del 22 de junio de este año, la exposición Anatomía de un Fresco tendrá sus puertas abiertas en uno de los museos más importantes del mundo, el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA). La exposición contará con una veintena de bocetos de Orozco, donados por el coleccionista Michael Wornick a la Hispanic Society of America.
De esta manera, Anatomía e un fresco presenta estudios y análisis entorno a obras como La épica de la civilización americana (1932-1934), actualmente en el Darmouth College, en Hanover, Nuevo Hampshire. Así como estudios referentes a los murales de la Escuela Nacional Preparatoria (1923-1927), como su obra más famosa, El hombre en llamas (1937-1939).
«La gente ve la gran elocuencia, la magnificencia de estos poderosos murales, pero lo que estamos estudiando acá es la contraparte, la parte creativa y el proceso por el cual Orozco llega a estos niveles»; destaca el Dr. Orlando Hernández-Ying, Compañero Curatorial del Rockefeller Brothers Fund para las obras en papel de Hubert & Mireille Goldschmidt, Museo y Biblioteca de la Hispanic Society.