Imágenes de personas cavando tumbas en las playas Río de Janeiro, Brasil, han asombrado a propios y extraños. Ocurre que ciudadanos brasileños críticos de la respuesta ambigua de su gobierno a la pandemia del coronavirus cavaron 100 tumbas y clavaron cruces negras en la arena de la playa de Copacabana, este jueves, como un tributo a las cerca de 40,000 personas que han muerto en el país por COVID-19 hasta el momento.
Las tumbas fueron cavadas durante la noche en la playa frente al elegante Copacabana Hotel en el marco de una protesta montada por la organización no gubernamental Río de Paz.
Brasil se ha convertido en epicentro de la pandemia del coronavirus, con 39,680 muertes y más de 770,000 casos confirmados hasta el miércoles, el peor brote en el mundo después de Estados Unidos.
El presidente Jair Bolsonaro ha restado importancia a la gravedad de la pandemia y ha presionado a los gobiernos locales para que levanten las medidas de cuarentena, enviando señales contradictorias a los brasileños sobre si deben usar máscaras y practicar la distancia social.
«El presidente no se ha dado cuenta de que esta es una de las crisis más dramáticas en la historia de Brasil», dijo el organizador Antonio Carlos Costa, quien criticó a Bolsonaro por no mostrar solidaridad con quienes sufren la pandemia.
«Las familias están llorando a miles de muertos, y hay desempleo y hambre», afirmó.
No todos estuvieron de acuerdo con la protesta.
Un hombre molesto arrancaba las cruces y gritaba contra el tributo simbólico. Otro hombre, que afirmó que su hijo de 25 años murió de COVID-19, iba reemplazando las cruces caídas.
«Es una gran tragedia», dijo la transeúnte Marcia Lucia Dias. «Es aterrador ver las cruces. Pero esto está pasando realmente. Nuestras autoridades se contradicen y no sabemos qué hacer».
Información de Reuters