Buzos alemanes que exploraban el mar Báltico en búsqueda de redes de pesca desechadas se toparon con una inusual máquina de cifrado Enigma utilizada por el Ejército nazi durante la Segunda Guerra Mundial, que creen que fue arrojada por la borda de un submarino que se estaba hundiendo.
Pese a que inicialmente creían que habían descubierto una máquina de escribir atrapada en una red en el lecho marino de la Bahía de Gelting, el arqueólogo submarino Florian Huber rápidamente se dio cuenta del significado histórico del hallazgo.
«He hecho muchos descubrimientos emocionantes y extraños en los últimos 20 años. Pero nunca soñé que algún día encontraríamos una de las legendarias máquinas Enigma», dijo Huber.
El Ejército nazi utilizó las máquinas para enviar y recibir mensajes secretos durante la Segunda Guerra Mundial, pero los criptógrafos británicos descifraron el código, lo que ayudó a los aliados a obtener una ventaja en la lucha naval para controlar el Atlántico.
Un equipo británico liderado por Alan Turing fue reconocido por descifrar el código en la instalación militar de Bletchley Park, lo que acortó la duración de la guerra y salvó miles de vidas.
Poco antes de la rendición de Alemania en mayo de 1945, las tripulaciones de unos 50 submarinos, o U-Boot, obedecieron la orden de hundir sus naves en la Bahía de Gelting, cerca de la frontera danesa, para evitar que los capturaran los aliados. La destrucción de los dispositivos de cifrado era parte de la orden.
«Sospechamos que nuestro Enigma se fue por la borda en el transcurso de este evento», dijo Huber, de la empresa Submaris, con sede en Kiel, que dirige misiones de investigación submarina.
En general, los alemanes hundieron más de 200 de sus submarinos en los mares Báltico y del Norte al final de la guerra.
El dispositivo Enigma, que parece una máquina de escribir, constaba de un teclado y ruedas que codificaban mensajes. Aunque se produjeron varios cientos de miles de máquinas, solo se sabe que existen unos pocos cientos, que se venden en subastas por decenas de miles de euros.
El hallazgo, realizado por buzos que trabajan en nombre de WWF con el objetivo de encontrar redes de pesca abandonadas que ponen en peligro la vida marina, se entregará al museo de arqueología de Schleswig.
Información de Reuters