Daniela Durán fue víctima, como más del 50 por ciento de las mujeres en CDMX, de un manoseo en el transporte público, sintió una mano recorrer su pubis hasta la parte inferior de sus glúteos. Asegura que gracias a que traía un pantalón corto bajo la falda, no le tocó la piel. Nunca logró identificar al agresor, pero la sensación de abuso se quedó con ella: “Me sentí violentada, me sentí impotente, también muy triste por pensar que ese tipo de personas existen”.
Hace seis años del acoso, tenía 22 y una amiga suya había desaparecido. Aún no la han encontrado, Daniela cree que la raptaron para ser víctima de trata. Desde entonces buscó alternativas para defenderse con su cuerpo. A través de las artes marciales encontró una forma de empoderamiento femenino con la que puede sentirse preparada y fuerte para enfrentar posibles acosos.
Fabián Sánchez Tapia, el fundador de Bujutsu, una academia de Jiu Jitsu, decidió enfocarse hacia el entrenamiento de mujeres en el campo de la defensa personal. No duda al afirmar que “México es un país profundamente machista y con una violencia de género muy arraigada”.
Mediante el Jiu Jitsu, ha desarrollado una base de apoyo para mujeres en la que Daniela interviene buscando recursos para ofrecer cursos de defensa personal en zonas marginadas del país, donde la violencia de género se ha expandido hacia cifras descomunales, como en el Estado de México donde tan solo el año pasado 263 mujeres fueron asesinadas de acuerdo a datos oficiales del Gobierno.
Dentro de la academia de Fabián, se preparan cientos de mujeres de diferentes edades que sufrieron acosos, intentos de asfixia, violaciones y violencia psicológica por parte de hombres.
Del mismo documento se extrae que las formas de agresión más relevantes en los espacios públicos son las agresiones físicas, el miedo provocado de abuso o ataque sexual, el obligar a la víctima a realizar actos sexuales por dinero, la realización de tocamientos o manoseos sin consentimiento, el forzar a la víctima a mirar actos sexuales o imágenes obscenas, así como el expresarle frases ofensivas de carácter sexual.
La profesora y campeona de Jiu Jitsu, Nancy Anguiano asegura que aprender una técnica de defensa personal que ayude a las féminas a repeler estas agresiones es “imprescindible”, para estar preparadas psicológicamente y evitar ser víctimas de la falta de respeto y la cultura machista en contra de las mujeres.
Con información de El País