El periodista Audelino Macario reveló que José Ramiro López Obrador, hermano del expresidente Andrés Manuel López Obrador, modificó su declaración patrimonial cinco años después de haberla presentado originalmente, sumando nuevas propiedades y duplicando sus ingresos mensuales.
Según la investigación, José Ramiro —conocido como “Pepín” López Obrador— pasó de reportar 13 ranchos a 15, de los cuales 10 fueron adquiridos durante el gobierno de su hermano, entre 2018 y 2024. Además, cambió sus ingresos declarados: en 2020 aseguró recibir 80 mil pesos mensuales, mientras que ahora afirma ganar 140 mil pesos.
“Estamos ante el caso de un cínico”, declaró el periodista Audelino Macario, al presentar los documentos que evidencian las alteraciones en la declaración patrimonial del funcionario tabasqueño.
Un ajuste tardío y sospechoso
De acuerdo con la información publicada, las modificaciones se realizaron cinco años después del periodo que debió reportarse originalmente, lo que en términos de transparencia pública constituye una grave irregularidad.
La ley obliga a los servidores públicos a actualizar su declaración patrimonial y de intereses cada año, y cualquier omisión o alteración posterior puede considerarse falsedad en declaraciones o ocultamiento de patrimonio.
Expertos en rendición de cuentas han señalado que el caso podría derivar en una investigación por enriquecimiento ilícito, dado que los bienes reportados superan por mucho los ingresos oficiales del funcionario.
El silencio del gobierno federal
Hasta el momento, ni la Presidencia ni la Secretaría de la Función Pública han emitido pronunciamiento alguno sobre el caso, pese a que la evidencia circula ampliamente en medios y redes sociales.
El hermano del expresidente López Obrador ha ocupado cargos públicos en Tabasco y mantiene influencia política en la región, por lo que los nuevos datos reavivan las acusaciones de nepotismo y corrupción dentro del círculo cercano al exmandatario.
Entre el discurso y la realidad
El hallazgo contrasta directamente con el discurso de “honestidad valiente” promovido por López Obrador durante su sexenio, y plantea serias dudas sobre la integridad patrimonial de su familia.
Mientras el expresidente ha insistido en que sus allegados “viven modestamente”, las cifras y propiedades actualizadas de su hermano cuentan otra historia: crecimiento patrimonial acelerado, opacidad y silencio institucional.
Como señaló Macario en su investigación:
“La transparencia no se corrige cinco años después, ni se disfraza con un aumento de ingresos. La corrupción también se hereda cuando no se sanciona.”

