El proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador de construir una nueva refinería implica altos riesgos de inundaciones además de otros problemas ambientales, pero la petrolera estatal Pemex lo describe como viable.
Los impactos por la obra que será levantada en Dos Bocas, en el sureño estado Tabasco, están contenidos en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que Pemex entregó a la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) y divulgada el martes por la noche.
El informe detalla que el área del proyecto está sujeta a riesgo “alto” de inundaciones marina, fluvial, marea de tormenta, erosión por oleaje de alta energía, además que alterará la calidad del aire y agua destinada a consumo humano en la zona y afectaciones a la fauna.
Pese a ello, Pemex dijo que los efectos serán controlados, mitigados o compensados y que por tanto el proyecto es “viable”. La ASEA tiene 60 días para evaluar el informe.
Los críticos de la refinería que el Gobierno dice costará 8,000 millones de dólares y que estará lista en tres años, han denunciado que la obra tendrá graves efectos en el medio ambiente y la salud de pobladores cercanos.
No obstante, el presidente dice que la obra para levantar la séptima refinería de Pemex es prioritaria para reducir la dependencia de las crecientes importaciones de gasolinas y generar desarrollo y empleo en su estado natal, Tabasco.
El gobierno espera que la refinería procese 340,000 barriles por día (bpd) del crudo Maya, principalmente para producir gasolina y diésel ultra bajo en azufre (ULSD), un tipo de combustible que se convertirá en un estándar en el país.
Las principales agencias de calificación crediticia han criticado el plan de la nueva refinería de Pemex, la petrolera más endeudada del mundo, y han dicho que la empresa debería enfocarse en exploración y producción.
Con información de Reuters