El periodista y ensayista Fernando García Ramírez lanzó una advertencia demoledora en El Financiero: México no enfrenta solo a los grandes cárteles tradicionales como Sinaloa, Jalisco Nueva Generación o la Familia Michoacana. Hoy existe lo que denomina “El Cártel de Palenque”, un entramado de corrupción y huachicol fiscal operado desde las entrañas del propio Estado mexicano, con Morena en el centro del poder.
Según García Ramírez, este “cártel” se caracteriza por la coordinación de instituciones oficiales; Pemex, Hacienda, Marina, Aduanas, Guardia Nacional; y por su capacidad de operar como un conglomerado criminal al servicio de intereses políticos y económicos.
Huachicol con sello oficial
La operación, descrita por el autor, funcionaba con permisos de importación de la Secretaría de Energía. La gasolina se transportaba desde Estados Unidos por tierra y mar con apoyo de la Marina, y ya en México se distribuía bajo supervisión de la Guardia Nacional.
¿El destino? No solo particulares, sino también megaproyectos del sexenio: Dos Bocas, AIFA, Tren Maya, Tren Transístmico. Todo con conocimiento de Pemex y Hacienda. Parte de los sobornos y recursos desviados terminaron en campañas de Morena, lo que García Ramírez califica como el mayor fraude a la nación del que se tenga noticia.
Una maquinaria criminal
El exdirector del Cisen, Guillermo Valdés, citado en la columna, explica que un entramado así requiere cuatro elementos clave:
- Visión empresarial del negocio ilícito.
- Recursos financieros ilimitados.
- Control de dependencias estatales.
- Redes de protección política.
En suma: un cártel con poder de Estado, con capacidad de lavar dinero en bancos y, al mismo tiempo, de financiar campañas electorales.
Sheinbaum frente al iceberg
El dilema que plantea García Ramírez es directo: Claudia Sheinbaum tendrá que decidir si enfrenta o encubre este monstruo heredado de López Obrador. La metáfora es contundente: el huachicol fiscal es un iceberg que amenaza con hundir al barco del Estado mexicano.
Si Sheinbaum choca de frente, corre el riesgo de fracturar el poder que la sostiene. Si lo esquiva, condenará al país a una impunidad absoluta.