Este domingo una explosión en la principal catedral cristiana copta en El Cairo dejó un saldo de 25 personas muertas e hirió a otras 49, en uno de los atentados más letales contra esta minoría religiosa en la historia reciente.
El templo es sede de la Iglesia cristiana ortodoxa egipcia y hogar de su líder espiritual, el papa Tawadros II, quien se encontraba en Grecia.
La explosión se produjo hacia el final de la misa y coincidió con un feriado en Egipto que festeja el nacimiento del profeta Mahoma. Se cree que la mayoría de las víctimas son mujeres y niños.
«El dolor que sienten los egipcios no será en vano, sino que dará lugar a la decisión intransigente de cazar y llevar a juicio a quienes hayan ayudado a cometer —mediante la incitación, la facilitación, la participación o la ejecución— este crimen atroz», dijo el presidente egipcio.
Egipto ha sufrido una oleada de ataques islamistas desde que el Ejército derrocó en 2013 al presidente islamista Mohamed Morsi, elegido libremente en las urnas y que pertenecía a la Hermandad Musulmana.
Autoridades lanzaron una gran campaña de persecución, encarcelando a miles de personas, en su mayoría disidentes islámicos y matando a cientos en choques iniciados con manifestaciones.
Con información de La Jornada