El Archipiélago de Revillagigedo un pequeño grupo de islas en la costa mexicana del Pacífico se convierte en patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
México es el primer país de América Latina y del Caribe que tiene más bienes registrados en esta lista.
La inscripción fue aprobada por el Comité del Patrimonio Mundial reunido en su sesión número 40 celebrada en Estambul, Turquía, basados en un expediente presentado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a través de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, e integrado con apoyo de los miembros del Consejo Asesor de la Reserva de la Biosfera, investigadores y expertos de organizaciones de la sociedad civil, instituciones académicas y de la Secretaría de Marina (Semar).
Este archipiélago se ubica en el Océano Pacífico a 390 kilómetros al suroeste de la punta sur de la Península de Baja California, está compuesto por cuatro islas: Socorro, San Benedicto, Roca Partida y Clarión, desde 1994 fue decretado por el gobierno mexicano como Área Natural Protegida.
Las islas que conforman el Archipiélago de Revillagigedo pertenecen a una cordillera submarina que representan la cima de volcanes que sobresalen sobre el nivel del mar.
Gracias a su ubicación, el Archipiélago posee una rica diversidad de fauna y flora y crea un conjunto único de procesos biológicos y ecológicos.
Sus impresionantes paisajes terrestres y marinos exhiben volcanes activos, arcos, acantilados y afloramientos rocosos aislados a mitad del Océano.
Los ecosistemas de este Archipiélago favorecen la conectividad a gran escala en el Pacífico Oriental Tropical. Destaca el hecho de que la conectividad entre estas islas es crucial para muchas especies de tiburones; y se tiene la mayor agregación de mantarrayas gigantes residentes, incluyendo su rara variante negra, escasamente vista en otras partes del mundo.
Estas aguas son visitadas por Ballenas jorobadas, y en los meses de invierno pueden ser escuchadas durante las inmersiones de los buceadores, lo que provoca otra dimensión sensorial al paisaje marino.
Esto es sólo una pequeña parte de tantas maravillas que esconde ese lugar.
Por su parte, México referenda su compromiso con la protección y conservación de los bienes que tiene inscritos en la lista de Patrimonio Mundial.
Con información de El Universal , Excélsior